El Villarreal acabó goleando a un Alavés que por momentos le puso en muchos apuros y gracias a esa victoria duerme esta noche en la tercera posición de LaLiga. Además, con sus cuatro tantos y a la espera de lo que haga el Barça, se sitúa como el equipo más goleador del campeonato. Es cierto que los de Calleja tuvieron una pájara que les pudo costar muy cara, pero no lo es menos que las sensaciones globales son muy positivas. Coger el periódico hoy y ver la clasificación permite soñar... de verdad.

La primera media hora de partido fue quizás de lo mejor que ha ofrecido el equipo de Calleja en lo que llevamos de temporada. Fue una actuación coral. Con Pau filtrando pases desde la zona de inicio, y Moi y Gerard dejando caviar en los perfiles, el equipo, antes del cuarto de hora, aprovechó una contra de manual para adelantarse en el marcador. Tras una recuperación, Iborra sirvió a Gerard y este de primeras a su vez al espacio para que Ekambi galopase y, esta vez sí, acertase en la definición (1-0).

La gente estaba disfrutando con el juego del conjunto 'groguet' en La Cerámica y hasta Alberto Moreno, que recientemente ha pasado dos meses inactivo, daba la sensación de ir a una marcha superior a la de sus oponentes.

Sin embargo, el Alavés no es un rival sencillo y aguantó las embestidas para rehacerse ya en el tramo final del primer acto y poner primero a prueba a Asenjo por mediación de Duarte, y luego acariciar el gol en un saque de esquina tras un doble remate que salió desviado por muy poco.

Esas dos acciones fueron un mensaje claro que invitó al Villarreal a no relajarse en el segundo acto, pero pese a ello llegó esa fase habitual de bajón del equipo amarillo. Su único 'pero.' El conjunto de Garitano entró mejor en el partido en esa fase y Lucas Pérez aprovechó un despeje blandito de Albiol para conectar un remate acrobático y empatar (1-1). Fue como un directo a la mandíbula en un combate de pesos pesados. Gerard pudo hacer el 2-1 con la derecha, pero los babazorros andaban mejor. El colegiado invalidó de forma correcta el 1-2 a Lucas Pérez por fuera de juego y Duarte en dos disparos potentes puso un nudo en la garganta de la parroquia amarilla.

El partido podía caer de cualquier lado con Cazorla estrellando un balón en la madera con la zurda y Burke cabeceando con claridad en área amarilla, pero fue entonces cuando apareció la pegada que ha llevado al Villarreal a ser ahora mismo el equipo más goleador del campeonato. Chukwueze entró de refresco, Calleja varió el dibujo para pasar a un 1-4-4-2 y en una de las primeras intervenciones del nigeriano un cambio de orientación suyo fue aprovechado por Moi para tirar una pared, colarse hasta la cocina y sacar un pase de la muerte que Ekambi de nuevo remató a la red en posición poco ortodoxa pero muy efectiva (2-1). Fue muy posiblemente la acción clave del encuentro. Definitiva.

Los vitorianos, que no han ganado aún lejos de Mendizorroza, pudieron lograr la igualada de nuevo en un cabezazo de Burke a la salida de un córner que se marchó fuera por muy poco, pero a partir de ahí la ansiedad pudo con un Alavés que quiso dar un paso al frente para conseguir puntuar y se encontró con un Villarreal que le reventó las costuras.

El árbitro le invalidó a Gerard el 3-1 por un ajustado pero existente fuera de juego, y el propio Gerard primero y Ekambi después perdonaron también el tercero hasta que Cazorla tras pase del mencionado de Ekambi dio una asistencia de lujo a Gerard para que este hiciese el 3-1. Ontiveros, en un libre directo que tocó en la barrera y despistó a Pacheco, redondeó la cuenta (4-1).

Dulces sueños...