La generación de Ferran Torres y Hugo Guillamón dejó alto el listón en la India. Hace dos años llegaron a la final y rozaron el primer título mundial para España en categoría Sub-17, pero un cortocircuito antes del descanso terminó lanzando a la Inglaterra de Foden y Hudson-Odoi. Sus predecesores ha demostrado tener un gen competitivo por encima de la media, lo confirmaron ganando la Euro Sub-17 y dando un golpe de autoridad el pasado verano, en el Europeo Sub-19. Todo aquello es historia, no sirve. Ahora es turno para Menargues y Jordi Escobar, los dos valencianistas, lateral derecho y delantero generación 2002. Los dos se perfilan como titulares dentro de una grupo con enorme talento individual en ataque, pero en el que hace falta réplica colectiva, personalidad. El seleccionador David Gordo no ha subrayado la importancia del trabajo en equipo por casualidad. Pudo estar Ansu Fati y es una lástima, pero España cuenta con uno de los futbolistas más importantes en Brasil, Pedri. El mediapunta de Las Palmas, ya del Barça, mezcla cosas de Iniesta y de Neymar. Toca disfrutar y competir. Una pena la lesión de Iván Muñoz, el tercer elemento valencianista que no hubiese faltado.

Los groguets Yéremi Pino y Gelardo deben ser importantes, como Larrubia, Ilaix, Moreno o Navarro. En la Eurocopa, Holanda (campeona) les liquidó en semis. Ahora toca grupo de la muerte para empezar: la Argentina de Aimar (campeona de América), Camerún (campeón de África) y Tayikistán (subcampeón de Asia). Pasan los dos primeros y los cuatro mejores terceros.

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España Sub-17; los jugadores uno por uno