Bruno Soriano cruza los dedos. El futbolista del Villarreal. Eso, viendo los precedentes, tiene un valor incalculable porque en sus dos intentos anteriores tuvo que frenar cuando creía que podía volver, pero precisamente por eso nadie quiere lanzar las campanas al vuelo. Octubre es el mes que tiene marcado para acelerar en su recuperación y en breve intentará dar su segundo y casi definitivo paso hacia el grupo.

El propio Javi Calleja, pero al mismo tiempo se expresaba con el freno de mano echado: «Está empezando a entrar en los calentamientos y participando con el equipo, empieza a hacer pequeñas cosas, pero todavía no está con el grupo. Hasta en la cara se le nota que todo va como deseábamos desde hace mucho tiempo. Ahora poco a poco tendrá que ir integrándose en tareas más exigentes, trabajo en el que no esté todo tan controlado, pero no tenemos prisa».

Lo normal es que sea esta semana cuando se le vea ya entrar en alguna tarea aprovechando además que las cargas serán bajas ya que se juegan dos partidos y habrá días en los que los no convocados trabajarán en Miralcamp.

Seis puntos mínimo

En lo estrictamente deportivo, Javi Calleja ha mantenido públicamente que solo se piensa en el siguiente partido. Esa es la clave para que la mejoría que está experimentando el equipo siga creciendo, pero no es menos cierto que el equipo se va fijando también metas a medio plazo y la más próxima es el parón liguero por los compromisos de selecciones. Hasta entonces el conjunto amarillo tiene tres partidos que son ante el Eibar a domicilio este jueves; frente al Athletic Club en La Cerámica el día 3 de noviembre ; y en Balaídos contra el Celta el día 10. Se trata de tres rivales que están bordeando el descenso y dos de los tres partidos son fuera de casa. Sumar nueve puntos obviamente sería perfecto; siete sería muy buen balance; y seis el mínimo objetivo para andar bien.