Bastó media hora de juego del joven Samu Chukwueze en el último amistoso ante el Bologna en San Marino para crearle un bendito problema a Javi Calleja. El futbolista nigeriano ha sido el último en incorporarse a la disciplina de la entidad amarilla tras su periodo vacacional porque fue el último en marcharse ya que jugó la Copa África y llegó hasta la final de consolación, en la que se colgó el bronce del cuello. Desde que se incorporó el pasado lunes hasta el estreno liguero frente al Granada va a tener doce días para ultimar su puesta a punto, pero visto lo visto en San Marino se abre el debate ya sobre si debe ser titular.

Samu saltó al terreno de juego en el minuto 60 de partido sustituyendo a Vicente Iborra para jugar en banda derecha a pierna cambiada cuando el marcador reflejaba un empate a uno (1-1) y lo primero que hizo fue forzar la falta que originó el 1-2 obra de Cazorlapara después anotar el 1-3 en una de sus ya habituales diagonales hacia adentro culminada con un buen disparo al palo corto. El nigeriano, una de las joyas de la cantera y sin duda uno de los activos de más valor real y potencial de cuantos tiene la entidad amarilla actualmente, dejó patente en esa media hora que está para sumar, si bien cabe la duda de si está en condiciones de hacerlo desde el inicio y durante noventa minutos, o si por contra es mejor que lo haga como revulsivo en función de lo que suceda ante un Granada que, dicho sea de paso, es un recién ascendido pero ha saldado con balance muy positivo la pretemporada.

El Villarreal, tras el cierre del mercado inglés, ha respirado aliviado puesto que el potencial económico de los equipos de la Premier League unido al perfil del futbolista nigeriano hacían presumible una oferta inglesa por él a pesar incluso de que el club, el pasado verano, le aumentó la cláusula de rescisión al jugador de forma notable tras su irrupción en el filial y su debut en el primer equipo. Es cierto que todavía podría llegar alguna otra propuesta, pero también es bastante menos probable.

Ojo al rival

Los hombres de Diego Martínez, primeros rivales del Submarino en LaLiga, han saldado su periodo de preparación sin ninguna derrota cosechada en siete encuentros jugados en vísperas del retorno del Granada a primera división tras dos años en segunda.