La Policía Militarizada de Río de Janeiro montó un amplio dispositivo de seguridad y pidió a los hinchas que no se desplazasen al aeropuerto, con el fin de no bloquear los accesos a la ciudad, pero la celebración de Flamengo, que sobre la marcha se convirtió en celebración del doblete al ganar también el Brasileirao, acabó con graves disturbios y detenciones en la capital de Brasil como se ve en las imágenes.