Las diferencias entre el delantero Kylian Mbappe y su entrenador, el alemán Thomas Tuchel, se manifestaron de nuevo en el tramo final del encuentro que el París Saint Germain disputó ante el Montpellier, en el estadio de la Mosson.

Los desencuentros entre jugador y técnico han sido evidentes en los últimos días y se reflejaron otra vez en el choque de la decimoséptima jornada de la Ligue 1 de Francia.

En el tiempo añadido del choque Tuchel decidió sustituir al astro galo. Maxim Choupo-Moting ocupó el lugar de Mbappe, que al salir del terreno de juego ignoró las explicaciones y los gestos cariñosos de su técnico.

Tuchel se dirigió al internacional francés. Le rodeó con un brazo mientras Kylian aceleraba el paso hacia el banquillo sin mirar si quiera a su entrenador al tiempo que atendía a otros miembros del cuerpo técnico y a alguno de sus compañeros.

La tensión se refleja en el comportamiento de ambos, especialmente en el del jugador, que no quiso ocultar su malestar en el partido de la anterior jornada, contra el Nantes, en el Parque de los Príncipes. A falta de un cuarto de hora, Tuchel optó, de nuevo, por retirar del campo a Mbappe para dar entrada al argentino Mauro Icardi.

Kylian Mbappe, que había marcado el gol que encarriló el triunfo, torció el gesto al comprobar que iba a ser sustituido. Desde el centro del campo se encaminó a la banda con extremada lentitud. Serio. Y al alcanzar la banda ni siquiera dirigió la mirada a su técnico.

Las recientes muestras de desencuentro han alentado las especulaciones sobre el futuro del internacional francés, que no termina de acordar una ampliación de su contrato con el club parisino.