El nuevo entrenador del Mónaco, Robert Moreno, aseguró este lunes, en su presentación con la entidad del Principado, que sólo guarda agradecimiento para su sucesor al frente de la selección española Luis Enrique y abogó por dejar atrás el pasado.

"Con Luis Enrique pasé nueve años maravillosos y solo tengo agradecimiento. Pero hoy soy el entrenador del Mónaco. Hace 28 años que soy entrenador, empecé a los 14, con 25 obtuve el UEFA Pro y mi sueño siempre fue ser primer entrenador, y ahora empieza esa etapa", señaló Moreno.

Al mismo tiempo, reiteró que "el pasado está ahí" y que ahora le tocar "mirar hacia adelante" después de sus polémicas con Luis Enrique y con la Federación Española de Fútbol por su relevo en el combinado nacional.

Según el técnico, tras dejar la selección le llegaron muchas propuestas, pero se decantó por el Mónaco porque "si quería ser entrenador de alto nivel, necesitaba un proyecto a la altura" y los monegascos se lo ofrecían y le hicieron sentir que él era su primera opción.

Moreno, secundado por el vicepresidente del AS Mónaco, Oleg Petrov, explicó que su intención es que el estilo de su equipo sea "controlar el juego" como hace el Paris Saint-Germain (PSG), y no basarlo en la fuerza y la velocidad, como hacen la mayoría de equipos de la Ligue 1.

"Los sistemas no son realmente lo importante, para mi lo importante es el estilo", insistió Moreno, quien se resistió a desvelar si usará un 4-4-2 o un 4-5-1, sino que adaptará la disposición de sus jugadores en el campo a sus características individuales.

Aseguró que no ha hablado con ninguno de los jugadores del Mónaco hasta su primera sesión de entrenamiento, este lunes en los campos de La Turbie, ya que haberlo hecho sería una "falta de respeto" para su predecesor, el portugués Leonardo Jardim.

Tampoco quiso adelantar qué posiciones del equipo, que marcha séptimo en la Ligue 1, podrían reforzarse en el mercado de invierno "porque estaría señalando a jugadores", aunque reconoció que si existe la posibilidad de reforzarse lo harán.

Moreno se mostró especialmente motivado por entrenar a los jóvenes del Mónaco, que tiene una de las mejores canteras del campeonato francés, y rechazó marcarse objetivos como alcanzar puestos de Liga de Campeones, ya que estos "serán consecuencia del trabajo bien hecho".

Precisamente, Petrov, nuevo "hombre fuerte" del club y principal artífice de la llegada del español, destacó que la historia de este equipo "está llena de jóvenes que llegaron sin mucha experiencia y acabaron convirtiéndose en estrellas" y citó el nombre de Arsene Wenger.