Año nuevo, vida nueva para David Villa. Retos distintos tras un final que agranda un poco más su historia. El día 1 de 2020 será recordado como la fecha del último partido del Guaje. El delantero, que anunció su retirada en noviembre, vuelve a casa como campeón, después de haber firmado trece goles en la J1 League, con el cariño del aficionado nipón y con el maravilloso regalo de la Copa del Emperador; el entorchado número quince, que ha repartido entre Zaragoza, Valencia, FC Barcelona, Atlético, Selección y ahora Vissel Kobe.

Ante Kashima Antlers, Villa entró en el tiempo extra por Podolski, disputó tres minutos testimoniales. Lo justo para que su nombre figure para siempre en las crónicas. Suficiente porque llegaba entre algodones, mermado por unos problemas físicos que no le dejaron participar en la semifinal ante Shimizu S-Pulse. Breve pero intenso debut en la competición más tradicional del fútbol japonés (edición 99), en una fecha mágica: primera final para Vissel Kobe y primer título de su palmarés, que además abre de forma ideal el año de su 25 aniversario. Todo redondo, por el pedigrí del adversario -Kashima tiene 20 títulos, en 2018 fue campeón de Asia- y también por el escenario. La final era el evento inaugural del Nuevo Estadio Nacional, epicentro de los Juegos Olímpicos de Tokio 2020. Los más de 57.500 aficionados generaron un ambiente y una atmósfera a la altura de la cita.

Siempre ganador

Hubiera sido la bomba haber marcado un último gol o haber ayudado de otra manera, con más minutos, pero Villa tuvo el protagonismo merecido: fue manteado por sus compañeros, estuvo a la derecha de Iniesta cuando llegó el momento de levantar el trofeo, pudo compartir el momento y la celebración con su familia -también con la de Iniesta- sobre el terreno de juego y se dio un baño cerveza en el vestuario. Todavía le queda la recepción en Kobe y la fiesta para el equipo en el Parque Meriken. El broche perfecto.

Hiroshi Mikitani figura clave en Rakuten, propietaria del club, se fundió en un abrazo con el Guaje en el campo. La apuesta concluye con Vissel haciendo historia, con su primera participación en la fase de grupos de la Champions League de Asia garantizada y con otra final en el horizonte: la Supercopa, para febrero, ante Yokohama F. Marinos, en Saitama. La temporada empezó mal con Juanma Lillo, con expectativas exageradas por la presencia de fichajes como Iniesta, Samper, Podolski o Vermaelen. La llegada del alemán Thorsten Fink al banquillo ordenó la recta final. El míster hizo una lista de 19 por la duda de David Villa y finalmente descartó a Samper en favor de la experiencia y «el poder decisivo» del Guaje.

Iniesta, capitán y eje principal

Kashima Antlers llegaba tocado, tras una recta final de J1 League gris (tercera posición) y con Shoma Doi -jugador determinante desde la mediapunta- con problemas físicos. El talento y el saber competir que se le supone en los grandes partidos se diluyeron ante el hambre de Vissel, el plan de partido de Fink y el dominio de Iniesta, tremendo en la dirección desde la sala de máquinas. No hay que olvidar que el manchego ha hecho Mejor XI de la J1 League en un equipo copado por FC Tokyo y Yokohama Marinos. Iniesta fue el mejor de la final, bien escoltado por Hotaru Yamaguchi, impecable en la cobertura.

Vissel resolvió en la primera parte y empequeñeció al gigante en dos acciones que insisten en el mal momento de casi todos sus futbolistas. Podolski recogió una internada de Gotoku por la izquierda para soltar un latigazo ante Kwon, que puso las manos blandas y el despeje terminó en gol tras rebotar en Tomoya Inukai. El central de Kashima fue un drama. Cerca del minuto 40, Nishi llegó por derecha a la carrera, puso un centro y Inuaki pifió el despeje. Fujimoto hizo el 2-0, casi sin querer. Por velocidad y movilidad, el punta fue otra apuesta ganadora de Fink. Kashima se recompuso con más sentido en el segundo acto, pero Leo Osaki emergió en la resistencia. Final feliz e histórico para Villa. Leyenda.

Ficha técnica:

2 - VISSEL KOBE: Iikura; Vermaelen, Osaki, Dankler; Yamaguchi, Iniesta (Yasui, 88'), Nishi, Sakai; Fujimoto (Tanaka, 78'), Podolski (Villa, 92') y Furuhashi

0 - KASHIMA ANTLERS: Sun-Tae Kwon; Nagaki, Bueno, Machida, Inukai; Silva, Misao, Nago (Yamamoto, 53'), Shirasaki (Doi, 46'); Ito (Nakamura, 72') y Serginho

Goles: 1-0, Tomoya Inukai, propia puerta (18'); 2-0, Noriaki Fujimoto (38')

Espectadores: 57.597 en el Estadio Olímpico de Tokio

Árbitro: Ryuji Sato. Amonestó a Dankler (58') y Silva (77')