Los policías al frente de la investigación del 'caso Oikos' sitúan en sus informes a los exfutbolistas Carlos Aranda y Raúl Bravo como "los malos" que lideraban una organización criminal que salpica a otros jugadores y directivos en el presunto amaño en el fútbol profesional. También los relaciona con una red de blanqueo dinero y otras actividades ilícitas vinculadas con el narcotráfico.

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Así consta en los informes policiales de la Unidad Central de Delincuencia Económica y Violenta (UDEV) incluidos en el sumario del 'caso Oikos', al que ha tenido acceso Europa Press tras el levantamiento del secreto por parte del Juzgado de instrucción número 5 de Huesca. Carlos Aranda y Raúl Bravo fueron enviados a prisión y luego quedaron en libertad tras pagar las fianzas impuestas por el juez.

"Son muchas las conversaciones que se refieren tanto a él (Carlos Aranda) como Raúl Bravo con el pseudónimo de 'los malos'; estas, además, son mantenidas por personas que han pertenecido o son miembros de la SD Huesca, en concreto un jugador de fútbol y el presidente de dicha entidad", recoge el informe policial.

Las conversaciones apuntan directamente a Carlos Aranda y Raúl Bravo como los "proponentes de los amaños deportivos". Apuntan en concreto a cuatro posibles amaños que afectan al CD Sariñena, a la SD Huesca y al último partido de Primera División de esta temporada entre el Valladolid y el Valencia. El cuarto es un "partido desconocido".

Los policías, además, señalan como "obvia" la participación de estos en la adquisición de droga ya introducida en el territorio español para distribuidores repartidos por varias provincias, así como fuera de España, concretamente Italia. "Se ha podido constatar que es un miembro activo de una organización criminal dedicada al tráfico de estupefacientes, siendo él la persona que ostentaría el mayor rango dentro de la pirámide jerárquica de la organización", apuntan los investigadores al hablar de Carlos Aranda.

En los escritos policiales se menciona otras operativas sospechosas como "la venta fraudulenta de vehículos de lujo" a partir de la compra de coches por toda Europa, a los que "posteriormente se recorta los kilómetros realizados a través de un software que se instala en el cuenta kilómetros de los vehículos y así se revaloriza la venta posterior de los mismos". Con esta práctica se relaciona a Íñigo López, jugador del Deportivo de La Coruña y ex del Huesca.

Los investigadores se remiten al abundante material analizado a raíz de las conversaciones telefónicas y los Whatsapp intervenidos. En muchos casos los investigados utilizan expresiones en clave como "jugar un torneo de fifa" o "echar una play" para no aludir directamente al amaño de partidos. También llevaron a cabo seguimientos y rastrearon dispositivos encriptados utilizados por la red liderada por Carlos Aranda (Charly) y Raúl Bravo.

"La utilización de las coacciones y de las amenazas por parte de Raúl Bravo y Carlos Aranda para el cobro de deudas es una evidencia", sostiene la Policía, que se refiere en sus informes a cuatro amaños de partidos de fútbol, entre ellos el Real Valladolid-Valencia de la última jornada de la Primera División disputado el pasado 18 de mayo.

En el informe se recoge, por ejemplo, una conversación en la que el presidente de la SD Huesca, Agustín Lasaosa --detenido en la operación 'Oikos'--, conversa con "los malos" después de que Carlos Aranda, exjugador de ocho equipos profesionales, le reclamara una deuda de 100.000 euros. "Si no contestas iremos a verte personalmente con esa gente y te aclaras tú con ellos; en esta vida hay que ser serio y agradecido", le advierte éste el 7 de enero de 2019.

Carlos Aranda, del que se destaca que tiene dos salones de juego de su propiedad en Málaga, se le intervienen muchas conversaciones en las que a personas de su entorno familiar y afectivo orienta en las apuestas y alerta sobre guardar silencio: "Mira, tú sabes lo que es (que) no se puede enterar nadie, pero sabe lo que nadie. Nadie es nadie, nadie ni tus amigos, ni nadie".

Esto ocurre cuando habla con una prima suya, 'Maca', a la que le pide que apueste 100.000 euros en la última jornada de la Primera División de fútbol. "Mételo todo y cuando ya no te deje meterlo, te esperas al directo, ¿vale? No te puede ver nadie, Maca, nadie; no se puede enterar nadie, que yo estoy aquí en Madrid, que no se entere nadie de lo que tú hagas", le dice Aranda a su prima, a la que le dice qué tiene que hacer para ganar dinero con el resultado combinado de los partidos Valladolid-Valencia y Getafe-Villareal.

Blanqueo de capitales

Aranda reconoce con sus allegados que se siente frustrado por el dinero que ha perdido al apostar en esta apuesta combinada, ya que el Getafe no ganó su partido como había previsto. Se refiere a que es más fácil amañar partidos de Segunda División como el Huesca-Nàstic que originó el 'caso Oikos', y dice que lo que quiere es que le dejen tranquilo: "Y a vivir muy tranquilo, mi rutinita, mi gimnasio por la mañanita o por las tardes, me da igual".

La Policía analiza las conversaciones de Carlos Aranda con terceras personas para recabar los indicios acerca de que usaba sus salones de juego en Málaga para "reintroducir en el circuito financiero legal fondos provenientes de otras actividades ilícitas, probablemente tráfico de drogas".

"La pertenencia a una organización criminal dedicada al amaño de partidos no es su negocio principal, sino que podría considerarse como una inversión para el posterior blanqueo de capitales procedente del tráfico de drogas", añaden los investigadores, que aluden al libro de registro de los dos salones de juegos en Málaga propiedad de Carlos Aranda.