El español Pep Guardiola compareció en rueda de prensa tras la victoria de su equipo, el Manchester City, frente al Real Madrid (1-2), en los octavos de final de la Champions League, en un resultado tras el que no se quiere confiar asegurando que "no se ha terminado" ya que saben "de la experiencia del Madrid".

"Estoy contento por la victoria y también por el rendimiento ante un equipo con mucha personalidad. Contra el Real Madrid siempre es difícil, tras quince minutos de imprecisiones en los pases hemos jugado mejor, hemos concedido un gol que no debíamos y cuando ellos jugaban mejor les hemos marcado. Luego con nuestro ritmo les hemos marcado el segundo. Estamos contentos, pero esto no ha terminado porque sabemos de la experiencia del Madrid y hay que terminar esto", analizó el técnico.

"Este club solo tiene una Recopa en el 1970 y una semifinal de la Champions, no ha ganado absolutamente nada, pero ganar en el Bernabéu es una gran satisfacción a la que no estamos habituados. Ojalá nos ayude en el futuro para creérnoslo y jugar como hemos jugado en cualquier campo", ponderó sobre la importancia de la victoria más allá del resultado.

Guardiola se refirió a la jugada polémica del partido. Gabriel Jesus puso las manos en la espalda de Sergio Ramos al saltar a rematar un centro de De Bruyne que supuso el empate a uno. El colegiado italiano Daniele Orsato no apreció infracción, pero tanto los jugadores del Madrid como el técnico Zinedine Zidane se quejaron ostensiblemente.

"La jugada me ha pillado con la emoción no la he visto por televisión honestamente, si se quejan es porque igual habrá pasado algo", dijo Pep sin querer negar rotundamente que existiera falta.

"El gol del 1-1 ha sido clave. Hemos generado ocasiones, Thibaut ha parado muy bien y no hemos estado acertados. Por mi experiencia, en esta competición no hay 90 minutos en los que controlas todo. Hay demasiados buenos equipos y tensión como para controlar todo el partido. Ellos, salvo una de Benzema, no tuvieron muchas ocasiones y nosotros tuvimos claras, su gol nos afectó un pelín y tras el empate volvimos a nuestro nivel por el ánimo que te da el gol", analizó sobre el desarrollo del partido.

El técnico español sorprendió tanto con la alineación, dejando al argentino Kun Agüero en el banquillo, como con la formación ya que su sustituto, Gabriel Jesus, actuó más como extremo en lugar de delantero centro.

"No hay un delantero en el mundo que tire como Gabriel. Es increíble lo que corre. No es muy bueno con el juego directo, pero es tan bueno haciendo diagonales que decidimos jugar con un delantero adecuado por la forma en la que ellos defienden, agresivos con juego alto, y cuando eso sucede hay que hacer que el campo sea ancho porque en juego directo ellos te van a parar", desgranó.

Un plan que gestó durante muchos días: "A los contrarios los miro lo máximo que puedo. Tuve diez días libres y miré el máximo número de partidos del Madrid. Las decisiones son en función lo que ellos hacen. Cambiaron 4-3-3 por 4-4-2 y los espacios eran distintos. Ahora presionan muy adelante, a mí nunca me lo habían hecho, pero lo hicieron en el Camp Nou y pensé lo harían en su casa. Aunque Müller diga lo contrario, siempre el estudio del rival lo he hecho para atacar y dominar el partido. Tengo la obligación de decir a mis jugadores lo que va a pasar, quizás tenga que darles un pelín menos de información a los jugadores", concluyó.