«Los partidos de vuelta de los octavos de final de la Liga de Campeones se llevarán a cabo de la manera prevista originalmente». Son palabras del Aleksander Ceferin, presidente de la UEFA, recogidas por la agencia ANSA, en las que descarta -por ahora- la posibilidad de jugar los partidos de vuelta de la Champions League a puerta cerrada. Al ser cuestionado sobre el Juve-Lyon y el PSG-Borussia Dortmund, Ceferin insistió en la intención de buscar normalidad en la crisis. El Valencia, por su parte, espera la respuesta oficial de la UEFA y de Consellería tras el paso que ha dado el Ministerio de Sanidad.

«Somos conscientes de la situación y estamos informados de manera constante», aseguró Ceferin. La UEFA, eso sí, depende de las medidas que toma cada país. La semana pasada, por ejemplo, el Inter-Ludogorets se jugó a puerta cerrada. No hubo público en San Siro. Se evitó el desplazamiento de aficionados búlgaros a Milán y la masificación de interistas. En varias regiones del norte de Italia, como Lombardía, se están aplazando partidos, pero la Europa League tenía que avanzar. Prevalecieron las medidas del Gobierno italiano.

El cierre de fronteras no es una opción. La semana pasada se jugó un Lyon-Juve con total normalidad (miércoles 26 de febrero) y con más de 2.500 italianos en la grada, muchos llegados desde Piamonte, norte de Italia. Hubo quejas y mucho debate en Francia, pero finalmente no hubo restricción. Al contrario que en Italia, donde sólo ha habido partidos a puerta abierta en las regiones del centro y el sur del país, pero con controles al extremo y restricciones para los aficionados visitantes. Así, se disputó el Lecce-Atalanta en Apulia... también con polémica por el movimiento de aficionados.

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Ceferin también aseguró que se ha creado un grupo de trabajo mixto UEFA-Eca (que agrupa a los clubes de los principales campeonatos de Europa), para evaluar la situación por competición y decidir en consecuencia. Si el Gobierno apuesta por jugar a puerta cerrada, será difícil que la UEFA asuma la responsabilidad con una contradicción. El Juve-Lyon depende de Italia, de Piamonte y de Turín. En esta vertiente de la crisis, como en todas, la clave está en la responsabilidad de las personas, de los aficionados. Cerrar Mestalla va más allá: el objetivo es evitar el peligro potencial que supone la llegada masiva desde Bérgamo y Lombardía. Sin olvidar que València lleva la etiqueta de nivel 1, está en fase de contención.Sin olvidar que València lleva la etiqueta de nivel 1, está en fase de contención.