El River Plate está expuesto a una posible sanción ante su intención de no propagar el contagio del coronavirus. El actual semifinalista de la Copa Libertadores cerró las puertas del estadio y se negó a disputar la primera jornada de la SuperLiga argentina con la finalidad de cumplir con las prevenciones que se están tomando en las zonas más afectadas por el COVID-19. Pese a ello, y aunque avisó con antelación de su postura, podría ser castigado por incumplir con el artículo 109 del Reglamento de Transgresiones y Penas de la AFA (Asociación de Fútbol Argentino).

Si se acomete, el cuadro millonario será multado con tres puntos menos en la fase de grupos de la competición, la derrota en el duelo contra Atlético Tucumán -el club afectado- y con una sanción económica. No en vano, la Asociación ya advirtió que el enfrentamiento se iba a llevar a cabo pese a que River quería velar por la integridad de sus jugadores, cuerpo técnico, empleados y aficionados. Hasta tal punto, que el equipo arbitral y el contrincante se presentaron en El Monumental, pero sin la posibilidad de acceder al recinto.