El impacto de Paco Alcácer, pese a que su equipo cosechó tres derrotas consecutivas antes de que el fútbol se detuviera por el estado de alarma, tiene tintes positivos desde que aterrizó en el Villarreal en la ventana de transferencias invernal. El delantero de Torrent fue el elegido para suplir la salida de Toko Ekambi al Olympique de Lyon, ya que se consideró como una oportunidad de mercado al ser una de las sensaciones en la Bundesliga y por no tener un papel imprescindible en el Borussia de Dortmund.

Sus primeras pinceladas con la zamarra grogueta tienen los brotes verdes suficientes como para que el atacante camerunés haya quedado en el olvido. La participación del '17' saliendo de titular, desde su llegada, es absoluta y corresponde con el 92 por cien de la totalidad de los minutos.

Sin embargo, la importancia de Ekambi en Francia también es elevada, pero su papel de indiscutible no es tan férreo como el de Alcácer en La Cerámica. De los ocho encuentros de Ligue One que ha jugado, dos de ellos los ha hecho saliendo desde el banquillo. No en vano, ambos futbolistas andan parejos en el plano estadístico con dos goles para cada uno, aunque el punta amarillo lleva dos asistencias, una más que el viejo conocido en La Plana Baixa.

No obstante, el factor diferencial entre uno y otro se plasma en el campo de batalla. El abanico de soluciones que le aporta el exfutbolista del Valencia a Javi Calleja es extenso. Y más, sabiendo que el técnico madrileño traza esquemas en los que el dominio del esférico es la piedra angular.

En ataque, la línea de medios formada por Moi Gómez, Trigueros y Cazorla, con Gerard Moreno partiendo desde la banda derecha, hace que sus transiciones ofensivas sean estáticas y prioricen la figura de un rematador en vez de la de un futbolista cuya velocidad sea su punto fuerte. También, en base a la mentalidad del entrenador en querer controlar los encuentros sin que estos se conviertan en un intercambio de golpes. De ahí la falta de protagonismo de Ontiveros y Chukwueze, que dominan la verticalidad y la explosividad por los costados.

Sin embargo, cambiar a una pieza por otra solo contempla beneficios para el Villarreal. Adquirió a un jugador que conoce LaLiga Santander y se deshizo de uno que generaba sinsabores con una opción de compra de 11 millones y medio. Además, el valenciano es experto en leer el juego entre líneas, aprovechar las acciones aéreas y dar sentido a los planteamientos de su entrenador, ya que se ha amoldado a la perfección a los cuatro sistemas que ha empleado con él.

Tras los cuatro millones que abonó el Lyon por su cesión, la alternativa de fichar a Ekambi pasará a ser obligatoria si el conjunto del centro-este del país galo alcanza puestos europeos al término del curso. Condición que, por el momento, no se está cumpliendo al ocupar la séptima posición y estar a nueve puntos del Lille, equipo que marca la última plaza para entrar en Europa. Pese a ello, en Vila-real tienen la intención de mimar a su fichaje estrella para que su club cumpla con los objetivos establecidos.