El presidente de LaLiga, Javier Tebas, se ha vuelto a reunir este lunes por videoconferencia con los clubes de Primera y Segunda División y con David Aganzo, su homólogo de AFE. Una jornada maratoniana en la que, a expensas de la Federación, ha empezado a coger cuerpo la posibilidad de que la competición se retome a puerta cerrada y se juegue en verano. Como consecuencia del cambio de calendario volvería a haber fútbol en Navidad.

Se trata, de momento, de la solución de la patronal ante la la crisis del fútbol a raíz de la pandemia del Covid-19 y que hasta la fecha se ha traducido en cuatro clubes que ya han solicitado un ERTE (Barça, Atlético, Espanyol y Alavés) y varios más que están valorando seriamente esa posibilidad. Ninguno de ellos es valenciano.

La postura de LaLiga es que cada club negocie con sus futbolistas una rebaja de salarios. Tebas ha preferido no imponerlo como norma general. Al contrario, lo que ha intentado es evitarlo al adelantar el tercero de los cuatro pagos por los ingresos de televisión correspondientes a la temporada 2019-20.

Ahora la deuda es de LaLiga, aunque hay clubes que temen tener que devolver el adelanto si la competición no se disputa. También es cierto que el pago más fuerte es el cuarto, en torno a los 550 millones a repartir.