Los días pasan y siguen las reuniones. LaLiga y los diferentes agentes que forman parte del fútbol en nuestro país siguen analizando la situación en referencia a la hipotética vuelta a la normalidad y a las competiciones. Las noticias siguen igual que hace unos días: todo depende de la evolución del virus todo depende de la evolución del virusy en función de la misma, el Gobierno decretará unas medidas u otras, pero hasta que el Ejecutivo no de la luz verde, no podrá retomarse la competición en España.

Mientras la patronal, dirigida por Javier Tebas, va haciendo camino. La semana comenzó con la filtración de un borrador -que sigue en construcción- sobre un protocolo de actuación previo a la vuelta la normalidad; un documento que partía de la necesidad de realizar una mini-pretemporada de 15 días antes del retorno y que extremaba las precauciones con los jugadores y sus familiares para evitar un contagio en alguna plantilla que pueda mandarlo todo al traste. Pero este borrador no es lo único en lo que trabaja LaLiga, que también centra sus esfuerzos en destapar todas las ‘cartas sobre la mesa’ y entender cuáles serían las consecuencias de esa vuelta al fútbol en virtud de qué contexto lo hiciera posible.

Tal y como adelantó el diario deportivo Marca, se contemplan tres escenarios: que se vuelva a competir con público, algo que parece prácticamente imposible; que la competición regrese sin espectadores en las gradas, esto es a puerta cerrada tal y como se quedaron antes del parón definitivo; o, por último, que no se vuelva a jugar. Dar por finalizada la temporada sería la peor de las decisiones, puesto que acarrearía pérdidas muy graves.

En un principio se había estimado que fueran de unos 650 millones, pero la cifra escalaría hasta los 956,6 millones teniendo en cuenta que tampoco se podrían disputar ni Champions League ni Europa League, es decir más de 300 millones de euros más. Tanto la UEFA como las grandes ligas desean terminar, con lo que si tuvieran que darse por concluidas las competiciones continentales, de igual modo caerían las nacionales. Jugar a puerta cerrada, el escenario que parece más razonable, llevaría a LaLiga a unas pérdidas de 304, 4 millones de euros, mientras que hacerlo con público (algo que de momento suena utópico) aminoraría la cifra a 156,4.

La propuesta de LaLiga

LaLiga y la AFE (Asociación de Futbolistas Españoles) tendrán que llegar a un acuerdo para ver quién asume las pérdidas, que se repartirán entre la patronal representada por los clubes y los propios jugadores. Javier Tebas, responsable de LaLiga, ya le ha pasado una propuesta a David Aganzo, de la AFE: los jugadores deberían asumir un 47 por ciento de las pérdidas en caso de no retomar las competiciones (451 millones de los 957 del total), un 46 por ciento del desfase económico en caso de volver a la competición pero a puerta cerrada (esto es, 140 millones de los 303 de pérdida previstos) y un 49 por ciento en caso de conseguir jugar con público, la opción más compleja y la menos previsible (77 millones de los 156 estimados).

Ahora bien, ¿cómo tendrían que pagar los jugadores? ¿En función al salario bruto de sus jugadores? ¿Con una rebaja salarial? Todavía quedan muchos cabos por atar, y ahora es Aganzo el que debe dar una respuesta. Sea como sea, cualquiera de los escenarios llevaría a LaLiga a unas pérdidas históricas. Recuperarse económicamente del COVID-19 llevará su tiempo...