El escenario de incertidumbre ante la pandemia de la Covid-19 cambia por días y no necesariamente para mejor. Y es que el panorama, con el regreso del fútbol en el aire, es cada vez más complicado. En pleno tira y afloja por encontrar una solución de viabilidad, LaLiga ha instado este viernes a los clubes a presentar ERTE´s de reducción de jornada por causa de fuerza mayor. Una postura de fuerza que había evitado adoptar hasta ahora pero a la que ha recurrido como consecuencia del distanciamiento en la negociación con AFE, con quien no hay acuerdo sobre quién debe sufragar el agujero provocado por la abrupta ausencia de ingresos que se están perdiendo.

La principal discrepancia es que la patronal quiere que los jugadores asuman en sus sueldos hasta una rebaja del 50 por ciento, máxime en caso de que la competición se cancele, mientras que el sindicato tan sólo accedería al 20 por ciento en caso de final anticipado y a un 10 si se juega sin público. Los capitanes de Primera se han reunido de urgencia por videoconferencia y los de Segunda lo harán en las próximas horas para valorar la situación y una respuesta en común.

Pese a la existencia de un protocolo para retomar la competición y jugar a puerta cerrada, la posibilidad de darla por concluida, algo que ya ha ocurrido en Bélgica, ha empezado a coger cuerpo. Es más, incluso terminándose a puerta cerrada también sería insuficiente para no generar perdidas. Tanto la UEFA como la FIFA y la propia LaLiga quieren volver a jugar, pero la realidad es la que es. Tebas había sido reacio a los ERTE's en un primer momento, cuando incluso adelantó la penúltima partida de ingresos de TV, pero ahora la postura ahora es en bloque.

En lo que respecta a los clubes valencianos de Primera, de momento ninguno tiene previsto acogerse a una regulación de empleo. Sin embargo, eso no es óbice para que terminen buscando una salida consensuada con sus plantillas. La postura del Valencia, que no ha iniciado conversaciones, sigue siendo que no va a hacer un ERTE, aunque si para dejar intacto el sueldo de los empleados tiene que negociar con los futbolistas, lo hará. El mensaje del Levante UD a sus trabajadores también es de tranquilidad y tampoco se plantea reducciones de salario para nadie a menos que las cosas se compliquen mucho. Por su parte, la voluntad del Villarreal es llegar a un acuerdo antes de adoptar cualquier medida forzosa.

Barcelona, Atlético, Espanyol y Alavés son los clubes en peor situación económica ante la crisis y los primeros en haber tomado medidas. Con independencia de su salud financiera, bastantes otros empiezan a plantearse también una negociación de rebaja de sueldos: Osasuna, Betis, Sevilla, Valladolid... Incluso un club como el Athletic que, junto al Eibar, es de los que mejor preparado está junto al Real Madrid para afrontar económicamente esta crisis.

LaLiga entiende "que se hace necesario adoptar medidas a la vista de la grave crisis económica que el COVID-19 está causando en la industria del fútbol español, en un ejercicio de responsabilidad necesario para preservar un sector que representa el 1,37% del PIB, y emplea cerca de 185.000 personas". Por ello "insta a los Clubes / SAD afiliados a iniciar ERTE's de reducción de jornada por causa de fuerza mayor habilitados por el Gobierno como mecanismo excepcional para evitar y paliar el impacto negativo que el COVID-19 está provocando en el sector, y poder garantizar así su posterior recuperación".