El Villarreal arranca la segunda puesta a punto de su campaña solidaria para favorecer a los que más lo necesitan debido al estado de alarma generado por el coronavirus.

El club, mediante la Fundación Carlos Bacca y la primera plantilla, puso en marcha esta iniciativa con la finalidad de proporcionar alimentación a las familias con escasos recursos y a grupos en riesgo de exclusión mediante 200 comidas diarias, que son distribuídas en Cáritas Vila-real y, como novedad en este segundo periodo, en el Centro de Salud Carinyena - único abierto en la localidad - y en el Centro de Tecnificación Deportiva, actualmente adaptado a una instalación de apoyo ante la emergencia sanitaria.

Además, su servicio de carácter caritativo también beneficia a los sectores que pelean, en primera línea de batalla y codo con codo, para frenar los efectos de la curva de contagio, como por ejemplo sanitarios, policías o fuerzas del Estado.