El crecimiento del Villarreal como club en los últimos veinte años se podría medir con la llegada de sus jugadores de referencia, con la demarcación de delantero como la que mejor puede retratar esa expansión deportiva y económica y que ha tenido en la llegada del valenciano Paco Alcácer a su último exponente.

Los delanteros han sido desde el primer momento los jugadores por los que más se ha pagado y se ha realizado una apuesta más fuerte, lo que ha derivado generalmente en un refuerzo para el club castellonense y un crecimiento de marca. Así lo certifican nombres como los de Gica Craiovenu, Sonny Anderson, Víctor Fernández, Martín Palermo, Diego Forlán, Giuseppe Rossi, Nilmar Honorato Da Silva, Roberto Soldado, Gerard Moreno o Diego ForlánGerard MorenoPaco Alcácer. Ademas, ese orden de llegada al club también lo sería prácticamente en el apartado económico, ya que más o menos el gasto o el récord de la entidad por un fichaje lo han marcado estos jugadores.

Craioveanu fue el primer gran delantero en llegar y por el que se pagó en 1998 cerca de 300 millones de pesetas (1,8 millones de euros). Tras el delantero rumano recalaron dos delanteros que ya marcaron una época deportiva y un crecimiento económico en inversión de fichaje, ya que el club pagó seis millones de euros por Víctor Fernández y Antonio Guayre en el año 2000 y 2001 respectivamente.

Con anterioridad se incorporaron al equipo villarrealense atacantes como el brasileño Sonny Anderson y Jose Mari Romero, si bien por ambos la inversión fue inferior que la realizada por los anteriormente citados.

Una de las apuestas más fuertes y arriesgadas del Villarreal llegó en enero de 2001, al pagar 1.200 millones de pesetas (unos siete millones de euros) por el 50% de los derechos del argentino Martín Palermo, el fichaje en la delantera más mediático de la entidad a nivel mundial y que puso al equipo en el panorama futbolístico internacional.

En ese sentido, el siguiente fichaje mediático, más que de envergadura económica, fue el del uruguayo Diego Forlán, por el que se pagó solo 1,5 millones por su fichaje en 2004, si bien pese a no ser un referente en el gasto si que lo fue en lo deportivo.

El siguiente delantero que marca un crecimiento y un salto en el gasto es el del delantero Giuseppe Rossi, por el que se pagaron 10 millones al Manchester United en 2007.

Tras Rossi, el club pagó 14 millones por el brasileño Nilmar Honorato Da Silva en verano de 2009, con el que se volvía a superar el desembolso récord del club por un jugador.

Roberto Soldado en 2014 y los diez millones que costó supuso de nuevo un indicativo de que el equipo recuperaba el pulso, ya que era el fichaje estelar y más caro tras regresar a Primera División después de pasar un año en Segunda División.

Tras Soldado llegó Gerard Moreno, por el que el club pagó 12 millones en 2017 para recuperar el 50% de su propiedad que tenía el Espanyol, lo que supuso en proporción el mayor desembolso por un jugador.

Finalmente en el pasado mercado de invierno se incorporó a la disciplina del Villarreal Paco Alcácer, una operación que aumentó considerablemente el mayor desembolso del club por un futbolista al invertir 25 millones por su traspaso y que supone que en veinte años la entidad que preside Fernando Roig haya pasado de gastar esa cantidad frente al poco más de un millón por su delantero referente de aquel momento.