Van Dijk, uno de los mejores defensores del panorama mundial en los últimos años, estuvo cerca de perder la vida cuando tuvo 20 años. Ahora tiene 28 y lo ha revelado, aunque prefiere no recordar aquella agónica experiencia de su vida.

A sus 20 años sufrió una enfermedad que le hizo temer por si vida, incluso que le llevó a firmar "una especie de testamento" por si fallecía. Sufrió una apendicitis que derivó en una peritonitis y en una infección renal que se complicó.

"Aún recuerdo estar tumbado en aquella cama. Solo podía vder un montón de tubos saliendo de mí, mi cuerpo estaba destrozado y no podía hacer nada. En ese momento se te vienen a la cabeza los peores escenarios. Estaba en peligro, por lo que mi madre y yo rezamos y discutimos sobre las opciones. Tuve que firmar unos papeles, era una especie de testamento: si me moría, una parte de mi dinero iría a mi madre".

Van Dijk prefiere pasar página. "Nadie quiere hablar de eso, pero había que hacerlo porque tal y como estuve todo pudo haberse acabado". Ahora el central es uno de los líderes del Liverpool, vigente campeón de Europa, e indiscutible con la selección holandesa. Además espera levantar pronto la primera Premier de su carrerra.