El central del Real Madrid Sergio Ramos ha pasado de creer que los árbitros realizaban actuaciones predeterminadas para perjudicar al cuadro blanco a opinar que están para ayudar, descartando sus interpretaciones iniciales en apenas cuatro meses de diferencia, aunque tres de ellos fueron interrumpidos por la crisis del coronavirus.

Si tras el encuentro frente al Levante, donde además de perder por un gol a cero fue amonestado en los primeros compases del partido, alzó la voz para mostrar su visión de que los colegiados tomaban decisiones para perjudicar a su equipo, después del duelo ante el Mallorca trasladó un discurso totalmente contrario.

Lo hizo una vez el VAR afectó al Valencia y a la Real Sociedad, y tras ser testigo de un gol de Vinicius que fue precedido por una posible falta de Carvajal sobre Dani Rodríguez. "Los árbitros están para ayudar y el VAR también. A veces que beneficia o te perjudica, pero no creo, desde la humildad, que tome una decisión predeterminada".

No obstante, después de caer frente al cuadro de Paco López, en la rueda de prensa postpartido, dijo todo lo contrario. "Que te saquen una tarjeta amarilla en el minuto 10 y te condicione, después de sufrir un codazo y una entrada en un balón dividido, te da mucho que pensar. Parece que está predeterminado".