Takefusa Kubo podría convertirse en el primer refuerzo del submarino amarillo, ya que el técnico de Hondarribia ha pedido expresamente su fichaje a Fernando Roig, presidente de la entidad castellonense. Aunque el vasco ya anunció que habría una "alta continuidad" de los jugadores de la actual plantilla, el futbolista asiático interesa mucho al cuadro 'groguet' y al propio Emery. Sin embargo, el Real Madrid quiere sacar tajada de la operación y la cesión de la perla nipona no saldría gratis. El cuadro blanco ha tasado el préstamo del jugador en torno a 2 o 3 millones de euros más el sueldo del futbolista, que cobra 2 millones de euros brutos (1,2 millones netos), lo que supondría un desembolso total por parte del Villarreal de 5 millones de euros. La cifra, siendo por una cesión de una temporada, parece algo desorbitada, ya que el conjunto amarillo nunca ha pagado una cantidad tan alta por un jugador que no adquiere en propiedad. No obstante, Emery ha puesto los ojos en el extremo japonés, por lo que Fernando Roig estaría dispuesto a satisfacer las demandas del entrenador vasco. Por otro lado, el fichaje en forma de cesión de Kubo ha paralizado el traspaso de la otra joya madridista, Oscar Rodríguez, que estaba bastante avanzado hace unas semanas. El Villarreal tiene que decidir si acometer una inversión a largo plazo por el manchego, que rondaría unos 5 o 6 millones de euros, o apostar por la contratación por una temporada (corto pazo) del japonés, que tendría un precio similar. La entidad castellonense se habría decantado por Takefusa Kubo.

ADN 'groguet'

El fichaje (en forma de cesión) de Kubo sería un movimiento muy inteligente por parte del conjunto amarillo, no solo por la proyección que atesora, sino porque sus características y su forma de entender el juego concuerdan con la filosofía del Villarreal. Su fabulosa capacidad de asociación en corto junto con su visión de juego y su desparpajo a la hora de pedir el balón constantemente pueden aportar un plus al 'Submarino'. Asimismo, resulta interesante los roles que puede desempeñar en una misma posición, en este caso la de extremo/interior derecho, debido a que es capaz tanto de venir de fuera a dentro para ocupar líneas interiores como de jugar pegado a la cal y desbordar por los carriles exteriores. En definitiva, un jugador muy del estilo 'groguet' que puede funcionar de maravilla en el esquema de Unai Emery.