En Inglaterra, una sucursal de jugadores portugueses forma la espina dorsal de un equipo que intentará acabar con el Sevilla en los cuartos de final de la Europa League. Hasta ocho futbolistas más su entrenador, el nacionalizado Nuno Espírito Santo, completan la nómina de lusos que forman parte del Wolves.

Rui Patricio, Rubén Vinagre, Rubén Neves, Joao Moutinho, Bruno Jordao, Daniel Podence, Diogo Jota y Pedro Neto adornan una plantilla cuya nacionalidad mayoritaria es, precisamente, la portuguesa. En total, el 38'1 por ciento de los jugadores del Wolverhampton son de ese país.

Hay más cantidad incluso que ingleses, que en la primera plantilla alcanzan el número de cuatro con John Ruddy, Conor Coady, Morgan Gibbs-White y Maximilian Kilman para representar el 19 por ciento del club.

Pero los jugadores portugueses del Wolverhampton no son figuras decorativas que adornan el grupo de Nuno Espírito Santo. En muchos casos, son hombres clave en un equipo que este curso no entró en los puestos europeos por los pelos tras finalizar la Premier League en la séptima plaza. Sólo el Chelsea, en la última jornada, evitó la presencia del Wolves en la próxima edición de la Liga Europa.

Mientras, aún disfrutan de la séptima posición que sí consiguieron en el curso 2018/19 y que les ha permitido participar en la segunda competición continental hasta citarse en cuartos de final con el Sevilla. Y, mucha culpa de ese éxito, es de Nuno y de su grupo de jugadores portugueses.

El entrenador nacido en Santo Tomé y Príncipe se sentó en el banquillo del Wolves en la campaña 2017/18 para ascender a la Premier League. Ya en ese curso, Diogo Jota, Rubén Neves y Rubén Vinagre acompañaron a su técnico en la aventura de ascender al Wolverhampton. Todos fueron clave en ese éxito, sobre todo Jota, que inundó de goles la Championship con 17 aciertos.

Junto a ellos, otros portugueses que ya no están en la plantilla como Ivan Cavaleiro, Hélder Costa, Roderick Miranda y Pedro Gonçalves iniciaron esa tradición lusa que parece formar parte de la fórmula del éxito del conjunto inglés.

Ahora, Diogo Jota, dos años después del ascenso, pelea con el español Adama Traoré por un puesto en el once inicial de Nuno. A sus 23 años tiene una proyección enorme y este curso ha firmado 17 goles en todas las competiciones oficiales. Uno menos que su mejor registro, aquel año del ascenso en el que jugó cedido por el Atlético de Madrid. Después, el Wolverhampton lo adquiriría en propiedad.

Ruben Neves también es una pieza clave. Es otra joya de la hornada portuguesa de la generación de 1997. Como Jota, también tiene 23 años y Nuno no puede vivir tranquilo cuando no está en el campo. Lo ha jugado casi todo. Acumula participaciones hasta en 53 partidos este curso. Es el medio centro con más futuro de la Premier.

El tercer superviviente del ascenso, Ruben Vinagre, vive eclipsado en el carril izquierdo por el español Jonny Otto. Sin embargo, contra el Sevilla, tendrá una oportunidad tras la grave lesión en una rodilla que sufrió frente al Olympiacos el ex jugador del Celta.

En la portería, luce Rui Patrício, tal vez infravalorado por muchos pero con una calidad enorme. El campeón de la Eurocopa de Francia 2016 es indiscutible bajo los palos. Como Joao Moutinho, que a sus 33 años forma dupla en el medio centro con Neves en un choque generacional que encaja a la perfección.

Pedro Neto es el sexto hombre. Es futuro. Con 20 años, el delantero del Wolves ha marcado 5 goles en 43 partidos, de los que ha sido titular en 17. Está por detrás de Raúl Jiménez, de Adama y de Jota, pero cumple. Y, más residual es la participación de Podence y Jordao, los portugueses que completan la nómina.

¿Y de donde viene la relación entre Portugal y el Wolverhampton? La respuesta está en un nombre, Jorge Mendes. El propietario, el magnate chino Guo Guangchang se hizo en 2017 con el 20 por ciento de la agencia Gestifute propiedad de Mendes. A partir de ahí, comenzó esa relación luso-inglesa y ahora el Wolverhampton es la "sucursal" británica del representante. Es el clan luso de los Lobos, clave en el éxito de un equipo que sueña con llegar lejos en la Liga Europa.