La Atalanta perdió en el último suspiro con el Paris Saint Germain tras los goles de Marquinhos y Choupo-Moting. Dos tantos que dejaron el regusto amargo en uno de los grandes protagonistas de la temporada en Europa. Por el ritmo goleador, por la propuesta y por el nivel de futbolistas como Pasalic, Papu Gómez o Gosens, entre otros. Gasperini, como líder desde el banquillo, aseguró tras el KO sentirse orgulloso. Y no es para menos. Pero lo cierto es que esa derrota deja a los de Bérgamo en esa posición de 'caído' que mereció más en su primera gran entrada en el foco europeo. No necesariamente por ser la primera vez, como sí es el caso, sino por esa ocasión en la que el público reconoce su figura dentro de la competición. Hay tres casos en España, de los equipos que NO llegaron a la final, que también dejaron esa sensación: Villarreal, Málaga y Deportivo.

El Villarreal de la 2005/06

Marcos Senna, Forlán, Riquelme, Sorín o Arruabarrena. El Madrigal, ahora renombrado como La Cerámica, era por estética algo similar a la Atalanta de Gasperini. Con Pellegrini en el banquillo, el balón era el gran protagonista. Con Riquelme sobre el césped era algo casi obligatorio. El argentino fue la imagen del cuadro amarillo en el KO vivido en la entidad castellonense. El penalti fallado con Lehmann todavía resuena en el Submarino y años después la gente aún se pregunta qué habría pasado en esa prórroga.

En octavos dejaron fuera al Glasgow Rangers y en cuartos El Madrigal vivió el momento culmen. La derrota 2-1 en el Meazza obligaba a un triunfo en casa ante el Inter de Milán y en un choque en el que los Materazzi, Samuel, Zanetti y Córdoba mostraron su lado más duro, el Villarreal no se achicó. Y al final, Arrubarrena, en una falta lanzada por el '8' argentino, dejó fuera a un equipo con Cambiasso, Verón, Figo y Stankovic en el medio, Recoba de enganche y Adriano arriba. En semis esperaban Gilberto Silva, Fábregas, Henry, Pirés y Reyes. En Highbury el equipo dio la talla y en casa, en un ejercicio de valentía, los de Pellegrini lo tuvieron en la mano. Pero ese penalti puso el alto en el camino a un equipo que estuvo a un paso de hacer historia.

El Málaga de la 2012/13

Pellegrini también era el jefe del banquillo en otro de los KO que más daño hicieron a uno de esos 'humildes' del fútbol español. Es cierto que la inversión de aquel Málaga era fuerte, pero fue su debut en la Champions League y solo por esa 'inexperiencia', el papel que tuvo en la 2012/13 quedará guardado como uno de esos equipos que estuvo al borde del éxito sin tantas expectativas al inicio de curso. Isco, Joaquín, Toulalan o Baptista eran las grandes figuras de un equipo que rozó la gloria de las semis con el tanto de Eliseu que hacía el 1-2 en Dortmund a solo nueve minutos del final, pero que vio como dos tantos, obra de Reus y de Santana -ambos en el descuento- le dejaban con lágrimas en los ojos. Uno de esos KO al estilo Atalanta en París.

El Deportivo de la 2003/04

En la 2000/01 el conjunto de Riazor participaba por primera vez en la Liga de Campeones. Es cierto que en la 2003/04 los de Irureta no eran un Atalanta, un Málaga o un Villarreal, porque tenían más experiencia en la competición reina en Europa, pero el sabor amargo de haber estado cerca de hacer historia sí lo dejaron. Ante el Porto, en la ida, la expulsión de Andrade condicionó la vuelta y ese equipo con Molina, Pandiani, Luque, Fran y Valerón, entre otros, acabó sucumbiendo contra un equipo que luego sería campeón. En la 2004/05, solo un año después, ese Deportivo acabó ciclo y Javier Irureta anunció su marcha. De ese gol de Derlei, de penalti, al adiós del arquitecto había pasado poco más de 365 días.