Sin margen para masticar el cúmulo de sensaciones que dejó, en clave franjiverde, el empate ante el Zaragoza en el encuentro de ida, el Elche asume el segundo asalto en estado de resarcimiento. La partida de ida aún ahonda entre las entrañas de la plantilla por la rabia que significó jugar más de medio enfrentamiento sin un hombre de gran calado en los planos de Pacheta. La expulsión de Jonathas, tan trascendental como merecida, hizo que los ilicitanos tuvieran que remar en contra dirección y dar la igualada por buena, pero el fútbol, como la vida, da segundas oportunidades para desquitarse y darle la vuelta a cualquier situación.

Los pupilos comandados por José Rojo Pacheta saben cómo moverse en contextos adversos. Sobre todo, después de haber estado entrenando sin descanso pese a la incertidumbre que existió en torno al conflicto entre LaLiga y el encuentro que enfrentaba a Deportivo de la Coruña y Fuenlabrada. La Romareda, uno de los escenarios más imponentes a nivel nacional, medirá las vibraciones de un cuadro al que, pese a que le valga el empate, se siente bien jugando en casa ajena. Sin embargo, la ausencia del delantero brasileño pesará de forma considerable, ya que, aunque los maños perdieron a Luis Suárez por cuestiones contractuales, no han sido capaces de vencer a los dirigidos por Víctor Fernández.

Para subir un escalón más y sentir el olimpo de la Primera División más cerca, Pacheta tratará de lidiar la baja de su ‘9’ de referencia alineando o a Pere Milla o a Dani Escriche. Sea cual sea el recambio, estará respaldado por un Nino que, a sus 40 años de edad, quiere quemar cartuchos en su prestigiosa carrera sumando un ascenso que agrande no solo su leyenda, sino también su legado dentro de la entidad.