Pacheta es uno de los principales artífices de la gesta del Elche CF. Lo subió de Segunda División B hace dos años y ahora tiene el privilegio de bañarse en plata. De codearse con los mejores equipos a nivel nacional en una división superlativa. No en vano, su futuro, últimamente, ha sido una incógnita. El trabajo está impreso en las conclusiones del año y su situación es un tema de índole gubernamental. Sin embargo, las negociaciones no serán entabladas próximamente.

El burgalés pospone la reunión que tiene pendiente con el club y en la que se tratará su renovación al considerar que necesita desconectar, resetear y cargar pilas. Tras una temporada de larga duración, marcada por el cansancio mental, aunque recompensado con la hazaña lograda, que supuso el estado de incertidumbre al que estuvieron sometidos durante más de dos semanas debido a la suspensión del encuentro entre el Deportivo de la Coruña y el Fuenlabrada.

Por ello, al entrenador le urge parar. «Estoy agotado. Necesito descansar y desconectar unos días e ir a ver a mi padre. Hoy no se va a tomar una decisión. Quiero tomarme unos días para analizar todo y cuando tenga que ser, ser», asumió en una ceremonia para festejar en ascenso. Pese a ello, reconoció abiertamente haberse sentido «muy querido y tremendamente feliz».

Sin embargo, el ascenso del Elche a Primera División es tan apasionante como exigente. La entidad es consciente del reto y lo asume con la motivación que supone, aunque, teóricamente, la puesta a punto en la máxima categoría del fútbol español se llevará a cabo en apenas tres semanas. Un pistoletazo de salida a una nueva temporada que presumirá de tener cuatro combinados valencianos. Valencia, Levante, Villarreal y la disciplina ilicitana. Será la quinta vez que se junte dicha cifra de equipos en la historia de la competición. La primera fue en el curso 1945/1946 con Alcoyano, Hércules, Castellón y el club de Mestalla. La segunda hace una década, con herculanos, granotas, valencianistas y ‘groguets’. Y en las dos últimas (2013/2014 y 2014/2015) estuvieron los mismos que representarán a la Comunitat Valenciana. Sin embargo, antes de pincelar el nuevo proyecto, fue momento de celebrar la gesta en ‘petit comité’.

Momento de celebrar

Durante la mañana de ayer, el club festejó su promoción al techo del fútbol español en el Martínez Valero en un acto en el que estuvo la plantilla, el cuerpo técnico, el presidente, Joaquín Buitrago, y el alcalde de la ciudad, Carlos González. En el mismo, las reacciones y el balance del curso fue sobresaliente, donde el máximo dirigente del organismo franjiverde avisó de que, pese a la inyección económica que recibirán, «no gastarán más de lo que reciban», aunque es consciente de que la planificación deportiva será una tarea casi a contrarreloj.

En clave institucional, el regidor de la localidad recibió con los brazos abiertos el éxito del conjunto de José Rojo Pacheta. Sobre todo, en un periodo donde la crisis provocada por el coronavirus ha atizado, además de la salud e integridad física de la población, la economía del país. Ahora, Elche será un punto de interés y tendrá su repercusión en la hostelería, la restauración y el comercio. En tiempos difíciles por la pandemia, noticias como el ascenso sirven para que las personas «vuelvan a sonreír», según apuntó Carlos con síntomas de orgullo.

Un hilo argumental que siguió el protagonista principal. Nino, ante la oportunidad que le brindó el destino, se aferró a ella como clavo ardiendo. Sensato de que el tren que pasó por primera vez en su carrera no iba a volver a pasar. «Sabía que era ahora o nunca».