Javi Gracia está preocupado por la fragilidad que está demostrando la estructura defensiva del Valencia. Y no es solo una cuestión de nombres. Ni de fichajes que no llegan. Le quita el sueño la sangría de goles en contra. Cuatro en dos jornadas. Dos del Levante y otros dos del Celta. Pero por encima de todo le molesta la facilidad con la que el equipo concede disparos y ocasiones a sus rivales. El primer objetivo del sábado contra el Huesca es ganar. El segundo, recuperar de forma urgente las buenas sensaciones defensivas de la pretemporada y si es posible con una portería a cero que refuerce la moral del grupo y premie el trabajo de la semana y del verano. El técnico lleva desde que finalizó el partido de Vigo mentalizando a la plantilla de la necesidad de defender mejor como primer y único paso para crecer como equipo.

Se trata de un mensaje que Gracia se ha visto obligado a machacar en el vestuario, pero que no es nuevo. El navarro dejó claro desde su primera sesión de trabajo que la reconstrucción del Valencia empezaba por hacerse fuertes atrás. Defender en bloque con la ayuda de todas las líneas fue una de las primeras bases que sentó el entrenador a su llegada al banquillo. La pretemporada confirmó que el equipo, más allá de nombres propios, estaba en el camino correcto. Sin embargo, el inicio de la competición ha sacado a relucir viejos fantasmas en defensa que necesitan ser corregidos de forma urgente con fichajes en los despachos y mucho trabajo en los entrenamientos en Paterna.

Gracia y sus jugadores son conscientes de que encajando dos goles por partido será imposible ir a alguna parte esta temporada. No es casualidad que el técnico y el capitán José Luis Gayà coincidieran señalando con el dedo al sistema defensivo del equipo como responsable de la derrota en Balaídos. El vestuario ha hecho autocrítica constructiva desde el primer momento, asume el problema y ese es el primer paso para solucionarlo e intentar ser el equipo sólido, consistente y más fiable que quiere Gracia. Falta contundencia y seguridad atrás.

El entrenador no esconde las carencias del equipo. Lo hizo públicamente en Vigo nada más finalizar el encuentro. «En el primer gol nos ha faltado contundencia, no la ha tenido ni uno, ni dos ni tres jugadores en esa arrancada, debemos de mejorar a nivel individual esa faceta defensiva y a nivel colectivo trataremos de mejorar. Tenemos que mejorar defensivamente porque los datos, no solo de goles encajados, también de ocasiones concedidas, nuestra puesta en escena a nivel defensivo es muy mejorable». Igual o más contundente fue Gayà. «El primer gol es un balón que recibe Nolito, nos conduce y nos supera a tres o cuatro jugadores y eso no puede ser, tenemos que cortar la jugada antes porque ellos tienen calidad, nos filtran pases buenos y luego nos cogen la espalda con demasiada facilidad. Son goles que tenemos que corregir y tiene que ser ya, está claro que es el principio, pero ese tipo de errores nos ha costado la derrota», decía enfadado.

Hugo Guillamón y Mouctar Diakhaby serán los encargados de formar el centro de la defensa ante las bajas por lesión de Gabriel Paulista y Eliaquim Mangala. Una pareja inédita con Gracia que, curiosamente, tiene buenos números. El de l'Eliana y el francés han jugado juntos de inicio en dos ocasiones y en ninguna se perdió. Empataron contra el Levante (1-1) en aquellas famosas manos de Diakhaby y ganaron al Espanyol (1-0) en el último partido en Mestalla post-confinamiento y en la última portería a cero oficial del equipo. Un resultado que firmarían todos para el sábado. Contra el Huesca tratarán de repetirlo. Pero no solo ellos tienen que defender. Como quiere Gracia es éxito estará en que defiendan todos. Les preocupa y les ocupa. Solo así será posible la portería a cero.