El Hércules CF, tras haber detectado y aislado dos casos de COVID-19 en su plantilla, continúa pendiente de la decisión de la Conselleria de Sanidad para solicitar, en caso de cuarentena, el aplazamiento del primer partido de Liga, que debe disputar el 18 de octubre en Alcoy.

La entidad alicantina informó ayer miércoles, a través de un comunicado, que cesó toda su actividad deportiva tras dar dos de sus jugadores positivos a la espera de que desde la institución autonómica se marque el protocolo a seguir.

La primera medida adoptada por la entidad fue suspender el último partido de pretemporada, previsto para el domingo en Almansa ante el Lorca, y ahora los dirigentes de la entidad esperan la decisión de la Conselleria para, en caso de confinamiento del grupo, pedir la suspensión del primer encuentro oficial.

El club herculano intuye que, con los recientes antecedentes vividos por el Balonmano Benidorm, tiene muchas opciones de tener que pasar una cuarenta, más aún cuando sus dos casos positivos, al contrario de lo que sucedió en el caso del conjunto benidormense, han sido completamente confirmados.

El Hércules había planificado una pretemporada repleta de partidos para llegar al inicio de la competición muy rodado y con todos los jugadores cargados de minutos, por lo que la cuarentena sería un golpe a la planificación de su cuerpo técnico.