Es mucho más que un ataque de romanticismo, aunque la inspiración valencianista y el embalaje sentimental embisten frontalmente al desencanto generado por Meriton. De visita por SUPER, David Laguía explica el propósito del CD Cuenca Mestallistes 1925, una de las iniciativas futboleras más estimulantes del momento a escala regional. En un momento donde el fútbol-franquicia está maltratando el carácter más quimérico e identitario del fútbol, en un contexto de 'equipos estado', accionistas de dudoso gusto y delirios con competiciones cerradas de acceso VIP, este proyecto apuesta por el aficionado, por devolver el fútbol a la gente. "Ese es el motor", insiste Laguía, presidente ejecutivo del CD Cuenca. El objetivo es compatir y mantener vivo a un histórico club de barrio, decano del fútbol amateur local, que guarda en su relato un pedazito del Mestalla y del Valencia CF. Suena bonito -muy bonito- y no existía nada así en la ciudad. El CD Cuenca es desde el verano de 2020 el primer club de fútbol de accionariado popular de la provincia de València. Se alimenta de un sueño -tener un equipo- y ofrece la posibilidad de participar de manera cooperativa en el club a partir de la máxima un socio, un voto. Ilusión contra desarraigo y -encima- un valor añadido: la tradición.

La aventura tiene detrás mucho tiempo de pelea en la gestión, mano a mano con otro colega. La pasión por la memoria les llevó a buscar altura en una misión de recuperación, supervivencia y renovación. En un año veían como un éxito estar en torno a 100 socios y en menos de un mes van por más de 60... y creciendo. "Para este nivel está muy bien", refuerza Laguía, que entró a jugar en 2007 -fue portero durante casi 10 temporadas- y dos años después empezó a formar parte de la directiva. Periodista en Levante EMV, las ha visto de todos los colores. No tienen escuela de fútbol base y no tienen instalaciones propias, pero después de muchas temporadas rodando por Mislata, Paterna, Massanassa, Castellar, Barrio del Cristo o Sedaví han vuelto "a casa"; van a jugar en el barrio de Malilla. El objetivo deportivo es subir escalones, paso a paso. "Dependerá de los socios, evidentemente es ganar cada partido", explica. En la primera jornada empataron a tres contra el Beniparrell, uno de los gallitos del Grupo 9 de Segunda Regional. No se ponen techo, pero tampoco pueden prometer cosas no factibles. La primera meta es consolidarse y "ver hasta donde se puede crecer". Buen movimiento en redes sociales, todo sobre el club en la web, escudo acicalado y una camiseta preciosa, 100% de aquí, producida por Kauri y diseñada por Pepe Dus, edición 1925 e inspirada en elementos del Art Déco valenciano.

Una de las primeras propuestas que tendrá que ser aprobada en asamblea son los nuevos apellidos de club: Mestallistes 1925. El año tiene que ver con lo obvio -los 95 años de vida- y Mestallistes advierte la historia en común. El sentimiento de pertenencia ligado al Valencia CF es una bomba emocional. La naturaleza del plan recuerda movimientos como el encabezado por la gente del Football Club United of Manchester, el equipo fundado por los aficionados de Manchester United desencantados tras la compra de la familia Glazer en 2005. "Ahora están cerca de las categorías profesionales del fútbol inglés y se han construido un estadio propio con más de 4.000 asientos... Pero aquí no se trata de hacer un nuevo Valencia CF, no buscamos confrontar en ningún momento", explica Laguía.

El descontento con Meriton contribuye con la idea, pero la idea es complementar el sentimiento valencianista, nada enfrentarlo. La unión es el elemento vertebrador. El CD Cuenca es un contrapunto, una especie de refugio para toda la gente futbolera -"valencianista o no"- una alternativa para lo que se hayan cansado de ciertos comportamientos o se hayan dejado de sentir representandos por el modelo mercantilista del deporte. Los valores cuentan; se rechaza explícitamente toda expresión de racismo, homofobia, machismo y violencia. Un toque a lo Sankt Pauli, el célebre equipo 'pirata' de la Bundesliga. Laguía recuerda el caso del Atlético Club de Socios, fundado en Getafe por aficionados colchoneros descontentos con Jesús Gil. Siguen siendo atléticos, pero defiende otros valores y han desarrollado otras secciones haciendo comunidad. En Salamanca está el Unioninistas, cuyos aficionados recogieron el testigo directo tras la desaparición de la Unión Deportiva de Salamanca y han llegado a Segunda B. Hay más casos. La Sociedad Deportiva Logroñes está compitiendo en la categoría de bronce con accionario popular.

Kempes es el presidente de honor

"Cuenca, pero de la calle Cuenca, en València". Mario Alberto Kempes, presidente de honor, lo explica con chispa en uno de los vídeos promocionales del club. El equipo toma el nombre de una de las vías más importantes de la ciudad, que cruza desde Patraix hasta el centro. Puro barrio. Todo son extras con carga de profundidad. Kempes no es cualquiera. No hace falta explicar lo que significa, no hace falta en recuperar su discurso respecto al momento del Valencia CF y lo que el gesto significa. "Contactamos con él, hicimos una videoconferencia y se interesó por todo, quería saber bien de qué se trataba. Al finalizar nos dijo no quería poner sólo la cara, que quería participar de verdad", desembrolla Laguía. El CD Cuenca cuenta con un padrino potente, dispuesto a mover su influencia para echar una mano y ayudar a que el proyecto crezca.

Hay un presidente de honor, hay un presidente ejecutivo, hay un grupo de trabajo, hay un equipo y cada vez hay más gente detrás. El techo no se ve, todo depende del volumen de socios y de lo que se impliquen: "Ilusión es lo que palpamos, están los que formaron parte del club hace tiempo, recuerdan con nostalgia su espoca en el CD Cuenca y han vuelto a sumarse y están los que piensan que es una bonita idea ser propietarios de un club que empieza de abajo". Cuando esté todo asentado, en un plazo de dos años habrá elecciones. Las asambleas ahora están mediatizadas por la COVID, pero la partitura está clara: una socio, un voto.

El Mestalla nació desde su estructura

El viaje en el tiempo arranca en 1941, cuando Leopoldo Costa -Rino-, alma máter del CD Cuenca, es requerido por Luis Casanova para dirigir al equipo amateur del Valencia FC. Rino fue futbolista en la época fundacional del Valencia CF, jugador y directivo del CD Cuenca. Pasos, fases y una relación estrecha entre protagonistas esenciales. En 1942 el CD Cuenca pasa a competir como asociado al Valencia en el campeonato local de adheridos. Esto es clave. Las excelentes sensaciones y los éxitos apuntados por un equipo cargado de chicos jóvenes llevan a Rino y Vicente Peris (secretario general del CD Cuenca, que ya trabaja en el Valencia, donde se convirtería en reconocido dirigente) a proponer a Luis Casanova la absorción definitiva y su conversión en filial oficial. El 12 de julio de 1944, tras una asamblea celebrada en el Bar Aparicio, bajo la presidencia de Federico Blasco, el Cuenca pasa a formar parte de la estructura del Valencia CF con el nombre, propuesto por Luis Colina y José Calvo Grancha, de Club Deportivo Mestalla.

Uno de los objetivos del proyecto del CD Cuenca Mestallistes 1925 es hacer homenaje a la historia del club y a sus protagonistas. Hay archivo y muchas figuras: Rino y Peris, responsables de convertir al Cuenca en el Mestalla, jugadores como Ricardo Alós -goleador del Valencia formado en el Cuenca- o Pepín, que jugó en la UD Las Palmas o en el Betis y internacional con España. Merece la pena navegar por la web del club. Hay leyendas en torno a mitos como Vicente Seguí, otro producto de la casa del que decían que por las tardes jugaba con el Valencia y por las mañanas lo hacía con el filial.

Pedro Cortés y Salva Gomar son socios

Entre los socios hay gente relacionada con el fútbol y la cultura. Está Salva Gomar, presidente de la Federación Valenciana de Fútbol, están José Ricardo March (periodista, profesor e historiador del Valencia), Vicent Chilet (periodista del Levante EMV) o Pedro Cortés, que fue presidente, jugador y entrenador del CD Cuenca y ha pedido aparecer el último de la lista. Merchina Peris (hija de Vicente Peris) también se ha interesado por el programa. Los plazos para hacerse socio están abiertos todo el año.