Trabajado paso de ronda del Villarreal frente al Zamora

Capoue ha debutado en la trabajada victoria de los de Emery

Trabajado paso de ronda del Villarreal frente al Zamora

Trabajado paso de ronda del Villarreal frente al Zamora

Vicente Linares

Vicente Linares

El Villarreal ha sellado su pase a tercera ronda de Copa del Rey con un triunfo trabajado y menos cómodo de lo que se podía prever en el que ha sido el estreno oficial de Capoue con su nueva camiseta. Objetivo cumplido.

Las conclusiones que se extraen de la cita hay que ponerlas en una prudente cuarentena por la diferencia de categoría entre ambos contendientes, pero parece evidente que Carlos Bacca tiene una cuota de goles que aportar a este Villarreal que puede ser muy importante a la hora de dosificar esfuerzos y a la vez de luchar por distintos objetivos. En esta ocasión ha hecho el 0-1 en un buen balón en profundidad de Chukwueze y siempre ha merodeado el área contraria con peligro.

Por otro lado también es muy poco discutible que Yeremy Pino ha caído de pie en el primer equipo. El canario, ‘culpable’ en gran parte de que Emery no haya puesto impedimentos a la salida de Kubo, ha demostrado una vez más que con 18 años, su centro de gravedad bajito y su tren inferior le da para aguantar, encarar y desbordar. Puede que siempre busque finalizar con pierna derecha, pero es incuestionable que tiene talento y carácter. Ha sido el autor del 0-2 tras recibir un buen balón largo de Juan Foyth.

Uno de los grandes alicientes de la cita era ver a Capoue en su debut y el francés se ha mostrado correcto con pelota. Ha intentado asegurar pases y ofrecer líneas, pero sobre todo se le ha visto sacar algún tentáculo al estilo pulpo para rebañar balones perdidos, correr para taponar las fugas de agua, enseñar los dientes y, pese a ser un recién llegado, mandar. Esa jerarquía que ponía Iborra es difícil suplirla y aunque el primer fichaje invernal ha estado bien, sería prematuro emitir ya un juicio de valor. Démosle tiempo.

El Villarreal ha sidomuy superior en el primer acto del choque a su rival y tan solo un latigazo de Carlos Ramos que ha entrado como un obús ajustado a la escuadra (1-2) en el descuento ha servido para darle algo de emoción al entretiempo y a los primeros minutos del segundo periodo. El tanto le ha dado vida al conjunto modesto y ha tenido un incuestionable valor tanto real como anímico.

Calor necesario

La proximidad en el marcador, el calor -muy necesario porque la temperatura era de dos graditos y prueba de ello es un área estaba literalmente helada- de los 2.000 bulliciosos espectadores que pudieron entrar al recinto y, por qué no admitirlo, el orden del el equipo local, le han servido al Zamora para desafiar al conjunto groguet en esa fase de partido.

Es cierto que Rulli no ha pasado apuros, pero no lo es menos que el Zamora ha jugado por instantes en campo contrario y eso, con apenas un gol de ventaja en el marcador y jugando a partido único, es un peligro.

Han ido pasando los minutos sin que el Villarreal cerrase el encuentro y lo que era más preocupante, sin que las ocasiones para hacerlo que sí se habían visto en el primer acto apareciesen en este segundo en los primeros minutos. De hecho tan solo Bacca y Chukwueze (que en algunos lances del choque ha pecado de excesivamente individualista) han despertado al Villarreal en una acción en la que el nigeriano no ha podido rematar porque apenas le ha dado para mantener la vertical sobre el firme petrificado por el frío, pero Emery ha debido de ver envalentonado al rival y peligrar el objetivo en exceso porque ha dado entrada a tres de sus ahora habituales en LaLiga y de una tacada han saltado al terreno de juego Moi, Parejo y Fer Niño sustituyendo a los dos futbolistas que parecían más incisivos.

La apuesta ha parecido ser ganar en control, pero a esas alturas del encuentro el Zamora ya ha empezado a creer y cuando el local Perero ha estrellado la pelota en el exterior del palo tras una veloz llegada por banda derecha daba la sensación de que todo podía pasar ya.

Era urgente cerrar el partido para evitar disgustos y ahí ha aparecido Fer Niño, un atacante que gol tiene para dar y tomar, para cabecear al fondo de las redes un balón servido desde el córner por Moi Gómez. El espigado atacante ha aprovechado la salida en falso del no menos espigado Mapisa para cerrar una eliminatoria que por momentos ha dado la sensación de poder enquistársele a un Villarreal que a partir de ese tercer tanto le ha 'ofrecido' a su rival un pacto de no agresión. ha sido algo así como un «tú no vengas a buscarme y yo no intento meterte más». De hecho, los amarillos a esas alturas únicamente parecían preocupados ya por mantener la pelota en su poder y en cierta medida ‘defender’ con ella, si bien la entrada final del casi inédito Raba ha posibilitado que llegase el cuarto tanto (4-1).

La única mala noticia ha sido la lesión de Baena que se ha tenido que retirar de forma obligada en los minutos finales ya que todo lo demás más o menos ha salido según lo previsto. El Villarreal sigue en la dirección correcta.