COPA DEL REY

El objetivo del Villarreal empieza a estar cerca

Los amarillos vencen en Montilivi y firman el pase a cuartos

El objetivo del Villarreal empieza a estar cerca

El objetivo del Villarreal empieza a estar cerca / EFE

Vicente Linares

Vicente Linares

Anda el Villarreal esta temporada de forma más holgada en la clasificación liguera que en las inmediatamente anteriores y eso le permite rescatar esas aspiraciones que en su día tuvo y con las que ahora vuelve a coquetear. La gestión integral del club amarillo es el espejo en el que se miran numerosos equipos, pero todo ese trabajo de años solo se vería debidamente recompensado si de una vez por todas se consigue un título importante o, como mínimo, se alcanza una final.

A nadie se le escapa que para alcanzar esa meta el camino más corto es la Copa del Rey y en concreto esta Copa del Rey diseñada por Rubiales con eliminatorias a partido único hasta llegar a semifinales, pero pese a ello Emery sigue aprovechando esta competición paralela también para dar minutos a los jugadores menos habituales y lo cierto es que esa gestión le está permitiendo al técnico de Hondarribia matar dos pájaros de un tiro.

En esta ocasión ha presentado una formación inicial con tres atacantes que hace apenas un año se batían el cobre en sus filiales en Segunda B y Tercera. Yeremy, Fer Niño y Álex Baena han sido las puntas de lanza con el resto del equipo, eso sí, mucho más experimentado. La combinación ha dado frutos ya que una acción en la que Álex Baena ha encontrado a Manu Trigueros en la frontal con un pase tenso ha servido para que el hoy capitán empalase una pelota que se ha estrellado en la cepa del palo. El rechace le ha ido a Yeremy, el más listo de la clase, quien ha presentado el interior de su bota derecha y con sencillez y efectividad casi a partes iguales ha hecho el 0-1 (19'). A la postre iba a ser definitivo.

El fútbol, amarillo no ha sido excelso pero sí muy sólido. De hecho se puede afirmar que en ningún momento del primer periodo se ha perdido el control del partido pese a las tímidas aproximaciones de un Girona algo bisoño en ataque en un tramo en el que sin duda alguna la peor noticia ha vuelto a llegar en forma de lesión cuando superada la media hora Yeremy Pino ha tenido que ser sustituido por Alfonso Pedraza al resentirse de unos problemas de tobillo que viene arrastrando desde el partido ante el Tenerife.

En la reanudación, por contra, el conjunto local sí que ha apretado de verdad el acelerador y ha conseguido meter en apuros al Villarreal con un estético remate de chilena de Sylla al que Rulli ha respondido con una gran intervención y un gol correctamente anulado a Nahuel Bustos por posición antirreglamentaria.

Emery lo ha visto claro y ha metido a Parejo y Alcácer al mismo tiempo en el terreno de juego con el objetivo de aplacar el impetu de un Girona que se había envalentonado, y ya sea por los cambios o por el oficio del conjunto amarillo, lo cierto es que la presión ha disminuido hasta el punto de que Coquelin en un cabezazo en plancha -de nuevo a pase de un acertado Baena- ha gozado de la mejor ocasión para hacer el 0-2 y sentenciar. No ha acertado el francés, pero tampoco lo ha hecho un Girona que en los últimos minutos ha empujado con más corazón que cabeza y que se ha estrellado contra un Villarreal que sin hacer un partido espectacular empieza a tener motivos para pensar que este año, por fin, puede ser. En una competición maldita está a tres partidos de una final.