Trámite superado en La Cerámica. El Villarreal corría el peligro de confiarse en exceso tras el resultado de la ida pero ocurrió todo lo contrario. Un doblete de Gerard sentenció todo en la primera parte y colocó una alfombra roja para el Submarino amarillo, que bajó marchas en la Segunda y se puso ya a pensar en LaLiga donde recuperó la senda del triunfo el pasado fin de semana.

El Villarreal saltó al terreno de juego consciente de que era un partido trampa. El buen marcador de la ida podía provocar cierta relajación pero desde el primer minuto se vio a un equipo activo y metido en el juego. El Submarino cerró muy bien pasillos interiores y encontró muy fácil la espalda de la defensa rival. Y la primera la tuvo Bacca en un balón al espacio que a punto estuvo de acabar en gol. Ese fue el primer aviso y a la segunda el equipo de Emery no falló. Centro desde la derecha, a pierna cambiada, de Chukwueze con la izquierda y remate de Gerard Moreno para abrir el marcador (1-0) y acercar aún más a los suyos a los cuartos de final.

A partir de ese momento el Villarreal maduró el partido. Parejo dominó el centro del campo a su antojo. Trigueros pisó mucho campo contrario por delante del de Coslada y Capoué y el Submarino pisaba frontal con muchísima facilidad. El último pase era lo que alejaba a los de Emery del 2-0 pero la sensación es que el segundo estaba mucho más cerca que un teórico empate. Y hasta Foyth se atrevía a probar desde lejos con la izquierda en un balón que se marchaba demasiado alto. Pero con ese ritmo de juego no tardaría en llegar el segundo, también de Gerard. Chuwueze presionó arriba, rozó un balón que atrapó Parejo y el ‘5’ cedió para que Gerard Moreno, tras un toque del rival, pusiera el 4-0 en el global de la eliminatoria.

Emery movió el banquillo pensando en LaLiga

Con el segundo llegó la calma y el ‘guardar’ energías y fuerzas para LaLiga Santander. Y es que después del pasado triunfo contra el Eibar la sexta plaza vuelve a estar a tiro. Por eso, el equipo empezó a ceder algo más de protagonismo a los ucranianos, que con 2-0 también parecían haber arrojado la toalla. La sensación era que al descanso todo estaba escrito y lo mejor, de ahí hasta el final del choque, era que no hubiera lesionados y todos acabaran sanos.

A pesar de eso, el Villarreal siguió dominando. Pero siendo inteligente y con el cronómetro en la cabeza. Lo intentó con Chukwueze, vertical como de costumbre más allá del acierto final, y también con las subidas de Pedraza, quien a punto estuvo de marcar en un centro-chut lateral que detuve Bushchan. Al final, el técnico dio descanso precisamente al nigeriano, a Trigueros y a Gerard Moreno, quienes se marcharon sustituidos en los 20 minutos finales. Y ahí murió un encuentro que terminó con el pase en el bolsillo y una gran imagen del Submarino amarillo.