Neymar, que acaba contrato con el PSG en 2022 y sigue sin renovar, está esperando al Barça. Así lo publica el diario SPORT, que avanza que el Barça ha empezado ya a estructurar una operación con el brasileño; una especie de efecto dominó en la que finalmente se haga viable la vuelta del atacante a Can Barça. No será una operación fácil, pero los protagonistas van tomando posiciones para hacer factible un fichaje que tiene algunas claves.

En primer lugar, que Neymar todavía no haya renovado. Neymar se ha salido con la suya y al PSG no le ha quedado otra que cambiar los tempos de la renovación. SPORT publicó que el brasileño daba largas para rubricar una ampliación de contrato cerrada, en la que se están redactando los contratos y solo faltaría la firma del jugador. Y el sábado, Leonardo, director deportivo de los parisinos, escenificaba el cambio de discurso: "Todos conocen nuestra intención. No tenemos prisa con Neymar y queremos estar callados. Por supuesto, queremos que suceda, pero el objetivo es jugar la final de Champions el 29 de mayo", reconoció a Canal+ Francia. La intención de la cúpula qatarí era cerrar el tema antes de la ida de las semifinales de la Champions contra el City, que se disputa esta noche.

Otro de los aspectos que cambia la operación es la presidencia del Barça, renovada con la entrada de Joan Laporta. La entrada en escena del nuevo presidente culé es una bocanada de aire fresco en las viciadas relaciones entre PSG y Barça y esto favorecería la negociación por el crack brasileño.

Además, el PSG debe mover ficha. La única opción de que vuelva al Barça es el próximo verano. Su contrato acaba en 2022 y si al final no renueva, el PSG tendrá que venderlo, aunque sea a la baja, para sacar algo de rendimiento económico sobre el movimiento. El contexto ya no es absolutamente favorable al PSG, como ocurrió en 2019, cuando el brasileño tenía tres años más firmados. Hay partido. Además, una transacción con intercambios de jugadores no está descartada.

Cualquier decisión sobre un fichaje, de la envergadura y la trascendencia del de Neymar, está supeditada a los resultados de la auditoría deportiva que el Barça confía tener a mediados de mayo. La economía, en época de pandemia, manda más que nunca. Paralelamente, el club no tomará ninguna decisión de calado con los titulares hasta que termine la LaLiga, el fin de semana del 22 y el 23 de mayo. Neymar ha regalado unas semanas preciosas al Barcelona, para que se reorganice.