El ex árbitro Jonas Eriksson ha denunciado la forma en la que la UEFA elige a los árbitros para los partidos, llegando a hablar de corrupción por parte del máximo organismo del fútbol europeo.

A través de una publicación en su cuenta de Instagram, el ex colegiado sueco ha rememorado su última aparición sobre el terreno de juego. El escenario fueron las semifinales de la Eurocopa de 2016, donde Portugal y Gales se vieron las caras. 

"¿Por qué no fuimos nominados para la final? ”, comienza preguntándose Eriksson. El ex árbitro ha arremetido contra la UEFA, afirmando que los valores de respeto, fair play, etc. que promulga el organismo, se alejan de lo que realmente ocurre en los altos cargos del organismo.

“La UEFA es un lugar oscuro. Un mundo sucio, politizado y falso donde la corrupción, la amistad, la lealtad y la nacionalidad juegan su papel. En un fútbol que siempre habla de juego limpio y respeto, donde el reglamento es el mismo para todos, donde los cuatro primeros equipos, que ganaron más partidos, estarán en las semifinales. Pero cuando se trata de arbitraje, eso pasa en salas cerradas, con agendas políticas y donde lo que menos importa es el fútbol”.

Además, Eriksson señaló que el equipo arbitral designado por la UEFA para las finales no siempre está formado por los mejores árbitros. “No siempre son los que tienen mejor desempeño, quienes recibieron la calificación más alta o quienes se ganaron la confianza. Esta vez, el mejor árbitro del torneo, sin un solo error evidente, ya ha sido enviado a casa. La decisión la tomó la alta dirección de la UEFA y no tiene nada que ver con las actuaciones durante la Eurocopa".