Francia remontó a Bélgica de milagro. Los de Deschamps se clasificaron para la final de la Liga de las Naciones tras superar a los belgas cuando menos lo parecía. Las gradas enloquecieron y todo parecía una fiesta en la que ni distancia social ni mascarillas. Lo que se espera de la nueva normalidad en el deporte.

Tras el pitido final, los jugadores se retiraron a los vestuarios entre aplausos de los aficionados. En ese momento, Jules Koundé avistó a un aficionado que le pedía la camiseta con un mensaje, mostrando a su vez una bandera del Sevilla, lo que llamó la atención del defensa galo, que se la regaló.

Y comenzaron las agresiones

Es un sueño de todo aficionado recibir un obsequio de su jugador favorito, pero muchos no entienden que es un regalo que rara vez te toca. Por eso, algunos aficionados franceses decidieron que querían autorregalarse la elástica que acababa de recibir el aficionado y se dispusieron a arrebatársela con violencia. El primero, un ser extraño, ya de cierta edad y vestimenta llamativa, que se acercó violentamente por detrás al aficionado con la clara intención de llevarse una camiseta en la que de ninguna manera podría embutirse.