El mejor joven de la Eurocopa ha sido el mejor joven del año. Pedro González López 'Pedri' obtuvo otro reconocimiento a la apoteósica temporada que cuajó, la primera en la élite. Ya tiene en sus vitrinas algo que miles de futbolistas soñaron con acariciar siquiera: la distinción más cercana al Balón de Oro. Ese es el significado del trofeo Kopa, acaso el escalón previo al premio gordo: la designación como el mejor futbolista menor de 21 años.

Pedri se llevó el premio tras una espectacular campaña individual con el Barcelona, la primera en la élite, que se saldó con el reconocimiento del mundo del fútbol. El centrocampista extendió el capítulo de agradecimientos "a los jugadores y a los capitanes del Barça, gracias Leo por lo que me ayudaste", subrayó en el parlamento, para acordarse de toda la familia por estar siempre a su lado, en los buenos y los malos momentos. Y no se olvidó, por supuesto, "a la gente de la isla de La Palma que lo está pasando mal".

Pedri recibió el premio de manos de Fabio Cannavaro. Y luego recibió una cantimplora de regalo de Didier Drogba, el copresentador del acto, como un gesto para combatir el derroche de plástico en el planeta. "Es lo mejor que podemos hacer para vivir un futuro mejor", comentó eñl futbolista.

El 24 en el Balón de Oro

Pedro González López cumplió 19 el pasado jueves, con lo que será nuevamente aspirante la próxima temporada y la siguiente. Y tal vez por entonces haya ascendido en la clasificación para el balón, para el que también optaba. Quedó el 24 en la lista de 30.

Por detrás relegó a Luka Modric, todo un Balón de Oro (2018) hundido a la cola empatado con César Azpilicueta (Chelsea), más Gerard Moreno (Villarreal), Ruben Dias (Manchester City) y Nicolo Barella (Inter de Milán). Pedri fue emparedado por los ingleses Phil Foden, la nueva estrella del City (25º), y Harry Kane, el goleador del Tottenham (23º).

Nadie estuvo más arriba en el trofeo Kopa que Pedri, que isncribió su nombre de vencedor en la tercera edición. El francés Kylian Mbappé tuvo el honor de ser el primero, y el holandés Matthijs de Ligt fue el segundo. La edición de 2020 fue suspendida por la pandemia. Obvia decir que es el primer futbolista español, y ha inscrito su nombre en la historia.

Pedri recogía el penúltimo trofeo del año (fue elegido componente del once ideal de la Eurocopa, donde ya obtuvo el premio al mejor jugador joven del torneo) y ya sabe que tiene que ir Turín para recibir el Golden Boy que entrega el diario italiano Tuttoport. Irá con Alexia Putellas de nuevo.

Un consuelo, una colección de consuelos que palían los disgustos de esta campaña. Su frágil cuerpo paga el inhumano desgaste de la pasada. Jugó 532 de los 54 partidos del Barça –Koeman le dio descanso en dos por piedad– y sumó otros 19 con la selección española entre la Eurocopa y los Juegos Olímpicos. Bruno Fernandes disputó 72 con el Manchester United y Portugal.

Cuatro partidos solo ha podido jugar. Tres de los cuatro primeros nada más llegar de Tokio hasta escuchar el primer aviso del cuádriceps izquierdo, que le obligó a parar. Quince días después recayó en el campo del Benfica. Nuevo parón. Y el lunes de la semana pasada, cuando enfilaba el camino de regreso, la precipitación en incrementar el trabajo le envió a la enfermería. No saldrá hasta que la cicatriz del musculo rasgado, encima transversalmente, lo que dificulta su curación, quede cosida totalmente.