El presidente del comité de árbitros españoles, Luis Medina Cantalejo, quiere marcar su línea desde el inicio. A finales de noviembre fue nombrado sucesor de Carlos Velasco Carballo, y esta semana ya ha querido modificar algunos aspectos relacionados con la aplicación del VAR en los penaltis.

Medina Cantalejo ha instado a que la aplicación del vídeo arbitraje en penas máximas se produzca únicamente cuando hay un error flagrante en la señalización o no señalización de un penalti. Es decir, que el VAR pueda anular un lanzamiento señalado por un 'piscinazo' dentro del área, o que corrija la no señalización de un penalti en caso de una fuerte entrada que no deje dudas a la interpretación.

La orden de Medina Cantalejo: El VAR debe entrar únicamente en errores flagrantes en los penaltis

Esta decisión no debería ser ninguna revolución, ya que la norma establece precisamente los criterios comentados anteriormente. Pero el recuerdo por parte del Presidente, a que únicamente entre el VAR en decisiones que supongan un error flagrante en cuanto a señalización de penaltis se refiere, viene por la opinión de Medina Cantalejo de que actualmente, desde la sala VOR se están entrando en acciones "muy ajustadas". Algo que todavía complica más el uso de la herramienta ya que los criterios están claramente establecidos.

La excesiva detención del juego, la gran asignatura pendiente del VAR en España

Que el VAR no se detenga a analizar acciones más subjetivas hará también que el juego no se detenga tanto tiempo, una de las asignaturas pendientes del video arbitraje en España y que ha hecho que en los últimos años, ver tiempos de añadido superiores a los seis o siete minutos sea algo relativamente habitual.

Volver a los orígenes

Una vez establecido este nuevo criterio, queda ver como se lleva a cabo en la práctica. A priori, la decisión hace que el VAR vuelva a los orígenes, algo que se valora de manera positiva, pero esta positividad podría verse alterada si algún equipo se ve afectado. La llegada del VAR hace el fútbol más justo, pero la polémica sigue viva jornada tras jornada.