Hay un tema extradeportivo que le quita el sueño a Vinícius Jr en el Real Madrid. Un dilema que puede afectar a su rendimiento deportivo si no se resuelve en los próximos meses. Su contrato con el conjunto blanco acaba en 2024, pero el entorno del futbolista, y él mismo, creen que ha llegado el momento de renegociar con el club sus condiciones dada la importancia que tiene ahora mismo en el equipo, pero no está siendo tan fácil como se podían imaginar. Florentino no se lo pone fácil, de momento, y el jugador se ha descentrado en los últimos partidos antes de cerrar el año. ¿Cambiará el tema en 2022?

El brasileño quiere renovar como una estrella de las galácticas del Madrid, pero Florentino Pérez reserva ese papel, por el momento, para jugadores como Mbappé y a Haaland, los dos grandes deseos del presidente blanco. Vinícius pensaba que el presidente escucharía todas sus propuestas y le renovaría sin ningún tipo de problemas, pero este no es el modus operandi de Florentino. El presidente del Madrid es un duro negociador. Y todo lo comentado sobre su no renovación es posible que le esté afectando. Florentino deberá ceder tarde o temprano si quiere a un Vinícius de nuevo feliz en el Real Madrid o se expone a un problema que puede traer de vuelta al Vini del pasado curso: inseguro, desmotivado y desconectado del juego.

Su rendimiento puede verse afectado

Una de las grandes noticias para los aficionados del Real Madrid en la primera mitad de temporada ha sido la explosión meteórica de Vinícius Jr. El brasileño ha sido un puñal desde la banda izquierda y ya casi todos han olvidado las críticas que recibía por su falta de acierto de cara a portería, y los números hablan por sí solos. Su capacidad goleadora, sumada a la de Benzema, está haciendo del Madrid un equipo prácticamente imbatible en LaLiga. En 19 partidos, ha marcado 10 goles y ha dado otros cinco, mientras que en los seis partidos de la fase de grupos de la Champions ha marcado dos y ha repartido cuatro asistencias. Unas cifras que parecían difícilmente imaginables durante la pasada campaña.

Sin embargo, en los últimos cuatro partidos de este año no ha visto portería, y su último gol fue en la última jornada de la fase de grupos de la Champions contra el Inter. Lo más grave no es eso, sino que ha perdido el desparpajo y el atrevimiento que lucía en el tramo inicial de campeonato. Los dobles marcajes a los que se está enfrentando en los últimos partidos le han frenado en seco, y de momento no tiene la madurez para buscar otros recursos cuando los rivales adaptan su planteamiento a él.