El Barça está inmerso en una gran crisis, tanto deportiva, con el equipo de Xavi Hernández fuera de la Champions, como económica. Una situación muy complicada que no ha podido enderezar ni la llegada de Laporta a la presidencia del club que se ha encontrado un gran problema de dinero en las arcas blaugrana. La salida de Messi, en lo deportivo, además ha generado muchas dudas sobre el césped, más allá de los pésimos resultados que el equipo ha ido haciendo en los últimos meses y que desencadenaron incluso en un cambio en el banquillo. Precisamente el argentino ya advirtió antes de su salida de FC Barcelona rumbo a París de la gran oveja negra.

Rosell y Bartomeu heredaron al mejor equipo de la historia, y con Pep Guardiola en el banquillo, pero su pésima gestión lo ha destrozado todo. Leo Messi, como primer capitán que era, fue el primero en acusarles en su momento, pero poco a poco otros pesos pesados del vestuario se fueron añadiendo al argentino. Busquets, sin ir más lejos, pero también Gerard Piqué. La oveja negra se encontraba más arriba, en el palco, donde hacía muchos años que las cosas no se estaban haciendo bien. Ahora el club está pagando las consecuencias.

Leo Messi se fue al PSG teniendo que escuchar como una parte del barcelonismo le acusaba de ser un pesetero e incluso de no haber pensado en el Barça cuando pidió su salida del club mediante el famoso burofax. Y el argentino lo único que estaba haciendo era intentar que todo el mundo abriera los ojos y viera que el problema del Barça, más allá de Messi, Luis Suárez o Piqué.