Este jueves, 25 de noviembre de 2020, se cumple un año del fallecimiento de Diego Armando Maradona, posiblemente el futbolista más extremo de la historia, tanto en el mundo del fútbol como en su vida privada. Incluso su muerte también genera dudas sobre cómo fueron sus últimos momentos. Precisamente sobre este tema se habla en los podcast 'Los últimas días de Maradona', una producción de Spotify que se estrena con motivo del primer aniversario de la muerte del '10'.

El primer capítulo empieza fuerte con el testimonio del médico de urgencias que atestiguó la muerte del astro argentino. Colin Campbell, cirujano de profesión, tiene grabado a fuego aquel 25 de noviembre. Él vivía a unos pocos metros de la casa de Maradona, allí estaba cuando recibió la llamada de un miembro de seguridad para que acudiera a casa de Maradona: "Ché, Colin, ¿te puedes acercar a la casa de Maradona? Parece que está descompensado", recuerda.

“Cuando ingreso en la casa, automáticamente me llevan a la habitación que estaba al lado de la cocina, que realmente es el ‘playroom’ (sala de juegos) de la casa”, relata. “En la cama estaba Diego. Estaba acostado, sobre el lado derecho de la cama, con la cabeza contra el ventanal y los pies en donde tenían que estar como cualquier persona durmiendo. Parecía que estaba durmiendo”, selaña Campbell. En la estancia, el asistente personal de Maradona notablemente nervioso daba paseos, hablando por teléfono, con la cocinera al lado de la cama “totalmente fuera de sí”, narra Valdano.

“Estaba haciéndole la respiración boca a boca y la enfermera haciéndole masaje cardiaco. A los pies estaba Cosachov, la psiquiatra de Diego", cuenta Campbell, antes de revivir, casi como si fuera en directo, los instantes en los que constató que estaba tocando el cadáver de Maradona. “Me acerco a tomarle los signos vitales, y al tocarlo tenía un sudor frío característico de una persona que estaba sin vida más de dos o tres horas. Intenté tomarle los signos vitales, escuchar con el estetoscopio, utilicé el tensiómetro... pero no se podía encontrar ningún signo vital", recuerda el médico. "Ahí fue cuando en ese momento, cuando vi a la enfermera, que la tenía a 15 centímetros de mi cara, no hizo falta decir nada. Fue una mirada y entre los dos hicimos como… no está más”. 

Apenas habían pasado cinco minutos desde que Campbell había entrado en la casa, pero para él fueron horas. Casi sin darse cuenta, estaba rodeado de otros médicos que habían llegado a la casa en ese impás. Hasta siete ambulancias se agolparon en los alrededores de la casa. Maradona había muerto.