La relación entre Carlo Ancelotti y Vinicius Júnior en el Real Madrid es cada vez más complicada. El técnico italiano llevaba tiempo avisando de que el brasileño es un jugador al que le afecta demasiado el ruido exterior. Así como las temporadas anteriores cayó en un pozo sin fondo por las críticas ante su falta de gol, en la actual campaña se sintió estrella demasiado rápido después de firmar un gran inicio de curso. Vinicius se ha creído que es una estrella mundial consagrada y el entrenador está harto de sus aires de grandeza. ¿Hay solución?

El partido de Champions League ante el PSG fue la confirmación de los hechos. Lejos de entender el mensaje de Ancelotti, la sustitución enfadó a Vinicius, que según algunas fuentes ya acusa en privado al entrenador italiano de deslealtad, de haberlo tirado a los leones cuando más protección necesitaba. El brasileño siente que en el inicio de la temporada, cuando se dudaba del entrenador, él, junto a Benzema, tiró del equipo. Él le salvó el cuello a Ancelotti, el mismo entrenador que ahora lo ha puesto en el foco del debate.

El Real Madrid cada vez tienen más claro que Ancelotti tenía razón. Por ello no solo van a fichar a Mbappé, sino que van a hacer todo lo posible para lograr la incorporación de Haaland, para que forme junto al jugador del PSG y Benzema un tridente temible. Vinicius será importante, pero más adelante. Ahora debe seguir trabajando y entender que en el fútbol de élite hay que ir quemando etapas, poco a poco. La primera demostración se dio en las conversaciones para su renovación. El Real Madrid le ofreció un nuevo contrato con un importante aumento salarial, pero al brasileño le pareció poco. La estrella del Madrid debe cobrar más, pensaba el jugador. Tampoco ayudó que se filtraran las cifras que recibirá supuestamente Mbappé, pues Vinícius cree que él debe cobrar un salario parecido al francés, pues es más joven y lleva tiempo esforzándose en el Real Madrid.

En París, mientras que Mbappé presentaba sus credenciales para futuro mejor jugador del mundo, Vinicius naufragaba. Con el Madrid sufriendo lo insufrible, el brasileño se escondió en la banda. En los momentos en los que una estrella debe bajar al centro del campo y ayudar al equipo, él desapareció. La actuación de Vinicius desesperó a Ancelotti, hasta el punto que el entrenador italiano acabó sustituyendo al brasileño, algo impensable para una supuesta estrella de un gran equipo en un gran partido. El italiano envió un mensaje claro. Vinicius es bueno, pero todavía está lejos de ser la gran estrella de un club como el Real Madrid.

Es joven y tiene un margen enorme de mejora, pero todo a su debido tiempo. Vinicius, a pesar de los avisos de Ancelotti, no lo quiso ver y una vez ha llegado el bajón todo son prisas y desesperación... El jugador debe recapacitar, bajar a la Tierra y seguir trabajando.