Hay futbolistas que nacieron con estrella, es el caso de Phil Foden. La perla de la academia del Manchester City necesitó un minuto sobre el campo para dejar claro al mundo de lo que es capaz. El primer balón que tocó le sirvió para recibir en el carril del diez con el panorama dibujado en su radar, tres defensores del Atlético encima y la magia suficiente para saber cuándo soltar el balón: trazó un envío entre las piernas de Reinildo para liberar a De Bruyne ante Oblak. El belga sacó su martillo para hacer lo que parecía imposible: destrozar el cerrojo de Simeone.

El 1-0 final habría parecido corto en la previa, por el grado de favorito de cada equipo. No lo fue sobre el campo, donde el City tuvo que sudar mucho para ganar. El Atlético de Madrid demostró que su mejoría no es flor de un día y que en los días grandes se crece con muy poco. En el primer tiempo consiguieron lo que nadie puede: dejar al Manchester City de Pep sin tirar a puerta. Lo hicieron con Griezmann y Joao Felix incrustados como extremos. El portugués, una delicia en cada control, fue la mejor vía de escape de Simeone. El Cholo ubicó a sus delanteros como extremos a partir del cuarto de hora y jugó con dos líneas de cinco. Nada más. 11 futbolistas en su área, pero como si les importara. Kondogbia y Koke cortaban todo intento de juego interior de De Bruyne o Gündogan, mientras Mahrez y Sterling chocaban con múltiples ayudas en el extremo. El City no encontraba el camino, y el descanso llegó como agua de mayo.

Allí actuó Guardiola moviendo piezas. Primero dibujó un doble pivote con Rodri y Gündogan, para abrir con Bernardo en la banda y liberar a De Bruyne. El belga avisó con tiros frontales y un libre directo que repelió Oblak. Mientras, el Atlético amenazaba con encontrar huecos a la contra, pero todo cambió con la oleada de cambios. Simeone buscó más presencia ofensiva con Cunha y Correa Pep respondió con Gabriel Jesus, Grealish y Foden. El último fue quien liquidó la esperanza del Cholo. Su ausencia en el once fue la gran sorpresa de la elección de Guardiola. Inglaterra se preguntaba cómo se podría haber tomado Foden su suplencia. En el Etihad, el ‘47’ dejó claro que él habla sobre el campo.

Encontró como pocos su rincón entre centrales e interiores, focalizados en tapar al doble pivote. Se revolvió con el control y exhibió el control de los elegidos para esperar que Reinildo abriera sus piernas, y vislumbrara de un caño el pase de gol. Lo leyó a la perfección su socio De Bruyne, martillo pilón, y ante un Oblak vendido la cruzó a la red. Explotó el Etihad, consciente que un gol era un tesoro.

Simeone trató de dar un paso al frente, pero lo hizo con más corazón que cabeza. Los mejores destellos siguieron llegando a partir de los pies de Foden, un ratón en espacios cortos sorteando rivales a golpe de croqueta. Por algo lo llaman el ‘Iniesta de Stockport’. Su última diablura acabó con otro disparo de De Bruyne apaciguado por un mar de piernas. El partido se calentó en el tramo final. Faltas, amarillas y citas para el partido de vuelta. El Wanda será un infierno la próxima semana, pero el City, en el primer asalto, consiguió lo que quería.

Ficha técnica:

1 - Manchester City: Ederson; Cancelo, Stones, Laporte, Aké; Silva, Rodri, Gündogan (Grealish, m.68); Mahrez (Foden, m.68), Sterling (Jesús, m.68) y De Bruyne.

0 - Atlético de Madrid: Oblak; Vrsaljko, Felipe, Savic, Reinildo, Lodi; Llorente (Cunha, m.60), Kondogbia, Koke (De Paul, m.60); Joao Félix (Lemar, m.81) y Griezmann (Correa, m.60).

Gol: 1-0. De Bruyne, m.70.

Árbitro: István Kovács (Rumanía). Amonestó a Jesús (m.85) y Ederson (m.92) por parte de los locales, y a De Paul (m.69), Correa (m.83) y Vrsaljko (m.91), del Atlético.

Incidencias: Partido de ida de cuartos de final de la Liga de Campeones disputado en el Etihad Stadium.