Después de unos meses agazapado en el mercado y sin margen de maniobra por las sanciones del Reino Unido a Roman Abramovich, el Chelsea ya puede operar. El hecho de que se haya completado la venta del club a Todd Boehly/Clearlake ha desatascado su situación y ya mira objetivos para reforzar la plantilla.

La idea de los nuevos propietarios es que el cuadro blue mejore su plantilla y la zona defensiva es la primera que quieren reforzar, máxime con las salidas de Antonio Rüdiger y Andreas Christensen, que han dejado en cuadro la zona de centrales. Aquí emerge, un mercado más, el nombre de Jules Koundé.

El central del Sevilla FC ya fue objeto de deseo por parte del equipo de Stanford Bridge el pasado verano, pero las elevadas pretensiones hispalenses, sumadas a que tenían la zona mejor cubierta, hicieron que el Chelsea desestimase el fichaje. Esta vez volverán a la carga.

La oferta más alta que rechazó el cuadro andaluz fue de aproximadamente 55 millones de euros. Es cierto que esta temporada del francés no ha sido tan buena como la pasada, pero también que con el traspaso de Diego Carlos al Aston Villa el Sevilla ha paliado su necesidad de venta y puede hacer más fuerte su posición en el mercado.