La presente temporada está siendo un calvario particular para Cristiano Ronaldo. Desde que inició la era Ten Hag, el técnico holandés ha prescindido del futbolista en la gran mayoría de alineaciones titulares que ha dispuesto hasta el momento.

Pese a que está contando con minutos, el portugués sólo ha disputado un partido como titular en la Premier y la confianza de Ten Hag hacia el jugador parece en entredicho. Pese a resaltar más de una vez en zona mixta el trabajo del luso en los entrenamientos, parece que no acaba de afianzarse con un puesto en el once.

Ten Hag y Cristiano Ronaldo

Una vez más, en el último encuentro de los Red Devils ante el Everton del pasado domingo, volvió ser suplente, esta vez por detrás de Anthony Martial. No obstante, tras la lesión del futbolista francés en el minuto 29, Ronaldo entraría en su lugar para cuajar una actuación más que notable.

Tan sólo quince minutos después de pisar el verde, el 7 aprovecharía un balón al espacio de Casemiro, emulando los buenos tiempos en el Real Madrid, para anotar el 2-1 en el marcador con una definición marca de la casa.

Tras la celebración, el futbolista sonreía aliviado después de unos meses difíciles en los que aceptar un rol secundario en la plantilla no está siendo una tarea fácil para él.

Más que un gol cualquiera

El tanto de Cristiano en el último partido del campeonato doméstico fue sin duda importante por el mal momento que atraviesa el futbolista pero, además, tuvo un valor particular. Sirvió para sumar los 700 goles a nivel de clubes en todas las competiciones.

Cifras que, a sus 37 años, no dejan de sorprender a pesar del bajón de rendimiento que ha experimentado el último año y medio en cuanto a números.

Ahora que puede haber recuperado algo de confianza por parte de Ten Hag, es turno de Cristiano para afianzarse y recuperar la confianza y el nivel al que tiene acostumbrado al mundo del fútbol.