Entrevista

Alfredo Relaño: "El fútbol de siempre murió en la pizarra de los entrenadores"

El periodista publica 'El último minuto. Días de gloria del Real Madrid', un libro sobre la tendencia histórica del club blanco a darle la vuelta a los partidos en los últimos minutos

Juan Cruz

Juan Cruz

Alfredo Relaño, uno de los grandes periodistas españoles, que ha dedicado casi toda su vida al análisis y al comentario del fútbol, desde 'El País', donde ahora también colabora, y desde 'As', diario deportivo que dirigió durante 23 años, ha publicado un libro singular'El último minuto. Días de gloria del Real Madrid' (Editorial Base). Nacido en 1951, dotado de una sintaxis que lo destaca en el ámbito de quienes se dedican al comentario futbolístico en lengua española, Relaño aborda una circunstancia que destaca al equipo principal de la historia del fútbol en España y en las sucesivas Copas de Europa que ha ganando a veces también en el último minuto. Este viernes, en la Librería Lé de Madrid, Iñaki Gabilondo y Jorge Valdano presentan este libro sobre el que lo entrevistamos. 

Es una seña de identidad del Madrid ese estertor victorioso del último minuto. Ante el Villarreal, este último sábado, los que veíamos el partido sentíamos que iba a ser así una vez más. ¿Qué pasó esta vez?

No te sabría decir. Inevitablemente no se da siempre. Se podría hacer otro libro como este con las veces que no lo ha conseguido, pero la marca de la casa es que siempre lo intenta, aunque para eso también hay excepciones y esta fue una de ellas. Me decían Zoco y Pachín que en sus años, los sesenta, el Barça era mejor que el Madrid, pero que ellos luchaban más en los campos difíciles. Duros y sin regar, como Elche, Córdoba, Murcia, o embarrados, como Vigo, Santander o San Sebastián. Y que era en esas salidas, en las que les molían a patadas, donde ganaban las Ligas porque el Barça tendía a arrugarse. En ese sentido me decepcionó el Madrid en Villarreal. No me importa que pierda ante un buen equipo, y este lo era, pero sí que no muestre rebeldía.

¿Cuál fue el último minuto más difícil del Real Madrid? ¿Y el más glorioso?

Como último minuto, yo diría que el de los dos goles seguidos de Rodrygo al City de Guardiola. Claro que cerca le anda el gol de Sergio Ramos en Lisboa. Pero en Lisboa se estaba marcando el gol desde 20 minutos antes, mientras que lo del City fue milagroso, porque se trataba de un equipo claramente mejor que el Madrid. También anda cerca aquel cuarto gol de Santillana al Borussia, que remontaba el 5-1 de la ida.

Pero en Lisboa se estaba marcando el gol desde 20 minutos antes, mientras que lo del City fue milagroso

El fútbol hace vivir en vilo. ¿Qué es lo que más le desasosiega en su caso?

Me pasa lo mismo que a Gaspart: me pone muy nervioso que mi equipo vaya ganando por uno y se acerque el final. Prefiero que vaya empatado o perdiendo, porque así la situación puede mejorar. Aunque, claro, lo ideal es que vaya ganando por tres.

¿Y cómo le afecta al futbolista esa tensión?

Yo creo que el futbolista, metido en el combate, no tiene ese sufrimiento. Sí el entrenador y los suplentes.

En su libro cuenta de árbitros también afectados por el ritmo endiablado del juego en los últimos minutos. ¿Qué papel han jugado ellos en las gestas del Madrid?

Los árbitros en Europa son caseros, así no hay líos. Al Madrid le han quitado fuera y le han permitido en casa. No pasa sólo con el Madrid, pasa con todos. Recuerda a Aytekin el día del PSG en el Camp Nou. Lo excepcional fue aquello de Ovrebo en el Chelsea-Barça. Eso no sé dónde encajarlo.

La afición del Bernabéu es parte del juego del equipo. Usted lo describe en ocasiones muy potentes en que fue esencial... 

El equipo se siente fuerte ahí y el rival se debilita. Han pasado muchas cosas ahí. Los equipos españoles van cada año y no lo sienten, pero en la Champions muchos se sienten afectados por ese clima cargado de recuerdos. Además es un estadio muy alto y cerrado que resuena mucho, y más en las noches europeas, donde desaparece esa exigencia capitalina antipática del público de cada domingo y se sustituye por una entrega absoluta, provocado por un público que llega de fuera, rotatorio, peñistas de toda España que consiguen venir una vez al año, o cada dos años, porque no hay entradas para todos cada miércoles, y traen un entusiasmo contaminante.

Los equipos españoles van cada año al Bernabéu y no lo sienten, pero en la Champions muchos se sienten afectados por ese clima cargado de recuerdos

Tomás Roncero dice en el prólogo al libro que el Madrid es "como Nadal", que en los últimos minutos decide las partidas. ¿Se adapta esta comparación a lo que usted piensa? 

Me cabe. Nadal es indesmayable. Y es madridista.

El último minuto convoca miedo, no sólo incertidumbre.

En las noches europeas del Madrid ese pavor afecta al visitante. 

Cuando la gran victoria ante el PSG, evoca en su libro el regreso del fútbol de siempre como factor de la victoria. ¿Cuándo murió él fútbol de siempre, si es que eso ha pasado?

Poco a poco, como suceden todas las muertes. Murió en las pizarras de entrenadores que trataron de suplantar con su ciencia (?) el genio y el ingenio de los futbolistas.

En la prehistoria, ¿cuáles han sido esos mejores partidos de último minuto?

En la prehistoria, si cabe en el término, yo diría que la parada de Zamora a Escolá en la final de Copa de 1936, a menos de un mes de que estallara la Guerra Civil.

En una de las gestas jugadas en campo ajeno se fija en la vestimenta de Benzema, "vestido como el primer Di Stéfano" ¿Qué papel juega la nostalgia en el fútbol para una persona de su edad y de su experiencia? 

Yo creo que empezó por un orgullo capitalino, por llevar el nombre de la principal ciudad del país. Si te fijas, en todas las ciudades con más de un equipo a la larga se lleva el gato al agua el que lleva el nombre de esa ciudad, Luego, claro, Di Stéfano. Di Stéfano fue la epopeya hecha persona. La antorcha la tomó Pirri, que llegó justo el año que él se fue, y luego se ha seguido transmitiendo.... Realmente nunca vi a Di Stéfano con medias azules o negras. Sólo en fotos. Las medias blancas aparecieron cuando llegó a los campos la luz artificial, como el balón blanco, porque así resaltan más. Con esa imagen quise hacer un homenaje a Benzema, un jugador que durante años me molestó por indolente, pero que desde la salida de Cristiano adoptó una actitud nueva, de máximo compromiso, al modo de Di Stéfano.

Esa reacción de último minuto hace que crezca el Madrid. ¿Es la historia la que lo lleva a esa actitud?

La historia ayuda, creo. Estimula. Los jugadores saben que tienen una leyenda que defender y el que no actúa en consecuencia no dura mucho en el club.

Los jugadores del Madrid saben que tienen una leyenda que defender y el que no actúa en consecuencia no dura mucho en el club

¿Hay un futbolista cuya leyenda sea también la del último minuto?

Santillana. Está en los momentos cumbre de más remontadas que nadie. Y Molowny. Sabía alimentar el fuego cuando estaba encendido. En un partido de ida de Copa de la UEFA ante el Colonia, el Madrid ganaba 3-1 y como podía no bastar metió más delanteros, acabó con cinco atacantes puros y ganó 5-1. En Colonia el Madrid fue campeón perdiendo 2-0. Con el 3-1 de la ida no hubiera bastado.

Se refiere en su libro al "dios no tan menor del fútbol". ¿Qué tiene el fútbol de divino como para ser también misterioso?

No lo sé, nadie lo sabe. Aunque me parece que Vicente Verdú hizo una buena aproximación al tema en su libro: Fútbol, ritos, mitos y símbolos. Que se debería reeditar.

Tiene estas frases sobre los últimos minutos del Madrid: "La dramática frontera del minuto 90" y "El último minuto para intentar lo imposible". ¿Pueden adjudicarse a otros equipos distintos al Madrid?

A la selección alemana durante bastantes años. Pero temo que ya lo ha perdido.