Arranca la nueva era

El combinado español empieza su camino hacia Alemania 2024 con el espíritu de un técnico que aportará un sello distinto al que imprimía Luis Enrique

Gayà, en la previa del partido

Gayà, en la previa del partido / Pablo Garcia/RFEF

Jordi Gil

La nueva etapa de Luis de la Fuente al frente de la selección española arranca esta noche en La Rosaleda de Málaga. Con un lleno absoluto y 30.000 gargantas alentando a la Roja, las entradas se agotaron en apenas un día, España tendrá el apoyo incondicional de la afición malacitana para arrancar la fase de clasificación para la Eurocopa del 2024 con una victoria.

La Roja figura en el Grupo A, con cinco equipos (la propia España, Noruega, Escocia, Georgia y Chipre) y los dos primeros obtienen el billete directo para la Euro. La Roja también tiene el comodín de la UEFA Nations League ya que su presencia en la Final Four le podría permitir asegurarse un play-off de repesca.

En cualquier caso, la selección es favorita a ser primera de grupo. Noruega sería el rival más complicado y afrontará el duelo sin su gran estrella, Erling Haaland, lesionado. Odegaard, del Arsenal y Sorloth, de la Real Sociedad, son las dos principales amenazas de un equipo que está en progresión con futbolistas repartidos en las grandes Ligas europeas y del que nadie se fía, pese a la baja de Haaland.

De la Fuente sobre Haaland: "Siento mucho su lesión pero si yo dijera que me gustaría verle en el campo, mentiría"

Agencia ATLAS / Foto: EFE

Otro sistema en la Roja

De la Fuente, más allá de cómo juegue Noruega, tiene clara su idea de juego. Un 4-2-3-1 en fase defensiva, mientras que en ataque quiere que su equipo se abra más con un 4-3-3. Rodri, del Manchester City, será pieza alrededor de la cual se mueva el equipo como pivote. El futbolista abandonará la posición de central que ocupó durante el Mundial para volver al centro del campo.

A partir de aquí, el míster quiere mucha movilidad de sus centrocampistas. Gavi, por ejemplo, puede partir de la banda izquierda y tener libertad de movimientos. Algo parecido puede ocurrir con Ceballos, que puede jugar prácticamente de media punta. Mikel Merino y Fabián se disputan el puesto bisagra del doble pivote en defensa y más escalado en ataque.

Sin Busquets ni Pedri

Por tanto, con la baja de Pedri y la retirada de Busquets, se verá un centro del campo muy distinto al del Mundial, con Gavi como único superviviente. De la Fuente quiere imponer su propio sello con una medular más poblada y un ataque que tenga más punch con dos delanteros natos. Morata y Aspas apuntan a titulares, pero el míster se ha llevado a otros jugadores con mucho gol como Joselu, Borja Iglesias o el propio Dani Olmo.

También se guarda futbolistas que puedan revolucionar el partido como extremos natos, como pueden ser Yéremi Pino o Nico Williams. De la Fuente romperá la rigidez de Luis Enrique, en el que el 4-3-3 era innegociable, para jugar con más alternativas, tanto de inicio como desde el banquillo en función de las necesidades del partido.

La experiencia del míster

El técnico, a sus 61 años, ya tiene experiencia en torneos cortos y fases clasificatorias de sus experiencias con las selecciones inferiores. Fue campeón de Europa con la sub’19 y sub’21 y desde la Federación se entiende que es una garantía, aunque a nivel de clubs no haya desarrollado una carrera importante.

Su perfil es muy distinto al de Lucho. El giro es importante. La base del cambio fue deportiva, buscando otras alternativas del juego para evitar el atasco que por ejemplo se vio ante Marruecos en el Mundial, pero también gusta tener a un seleccionador con un talante más tranquilo y que no provoque grietas por su carácter.

Su primera semana en Las Rozas ha sido una balsa de aceite, excepto por la lesión de Bryan Gil, que no fue sustituido por ningún otro futbolista y quedó una lista de 25 jugadores. El buen ambiente ha predominado, con un nuevo capitán como Morata muy integrado al grupo de jóvenes.

De la Fuente evitó caer en vicios del pasado llamando a Sergio Ramos y los veteranos que han llegado lo han hecho con la ilusión de los jóvenes por no ser habituales en los últimos tiempos en la selección, como Iago Aspas o Nacho.