CF ALBOCÀSSER

25 euros por un «puto mono»

En plena tormenta por el ‘caso Vinicius’, el Albocàsser denuncia una «sanción leve» por un episodio de racismo sufrido por un jugador suyo en un partido de Segunda Regional

Imagen de la alineación del Albocàsser, en un partido de la temporada en Segunda Regional

Imagen de la alineación del Albocàsser, en un partido de la temporada en Segunda Regional / SD

Juanfran de la Ossa

Episodios racistas, en el fútbol español, por desgracia, son numerosos en los últimos tiempos. No obstante, el más reciente, por tratarse del jugador que es, su club, la categoría, el estadio, el contexto y las reacciones, el llamado caso Vinicius, ha trascendido, incluso, las fronteras nacionales. Sin embargo, se puede hablar de agravio comparativo en muchos aspectos. Y, para muestra, lo sucedido en un partido de Segunda Regional en Castellón, que muestra toda una historia y un castigo que invita a la reflexión, por su levedad, ya que es todo menos ejemplar a la hora de luchar por erradicar esta lacra de los campos y estadios de fútbol de todo el mundo, independientemente de si sucede en la élite o en el fútbol más modesto.

El Club de Futbol Albocàsser ha difundido, a través de sus redes sociales, un comunicado en el que cuenta lo que le ha sucedido a un jugador de su equipo del grupo 1º de Segunda Regional. «En una semana de actos desagradables en Mestalla, de campañas y comunicados, la federación española, junto a la valenciana, impone hacer un gesto de estop, de racistas fuera del fútbol», arranca. «Pero, ¿qué ocurre cuando hablamos de la última categoría, con un episodio similar, a menor escala de aficionados y periodistas, es decir, una categoría sin repercusión mediática?», se pregunta. «El ejemplo --prosigue--, un partido de Segunda Regional: en el minuto 90, tras un lance del juego, durante la presente temporada, se originan dichos insultos o barbaridades racistas», dice publicando un vídeo. Con repercusión en el acta arbitral», añade junto a otro documento.

Reflexión

«¿Cómo se paran estos actos?», vuelve a preguntarse. «Sencillo: con una sanción que, a nivel de Primera División, da la vuelta al mundo, el acto de racismo y la sanción», se lamenta. «Sanción impuesta al equipo --detalla-- por los actos racistas adjuntos: sancionar al CF... [no da el nombre del equipo rival] por insultos racistas desde la grada hacia un jugador visitante y no ser reprimidos por el personal del equipo local, en virtud del artículo 77.2b, en relación del artículo 15.1 del Código Disciplinario y con una multa accesoria en cuantía de 25 euros». «Los aficionados, adolescentes o jugadores del mismo club que gritaron dichas barbaridades con actitud de menosprecio --recuerda el CF Albocàsser--, seguro que no se han enterado de dicha sanción leve; ni se les ha recriminado dicho comportamiento», suelta.

«Los clubs y entrenadores trabajan día tras día con los jugadores, niños y padres para no vivir estas situaciones», sostiene. «Tal vez más que gestos de estop, sería conveniente revisar los artículos 77.2b o los que dicen la palabra sancionar; para cuando pase algo similar, imponer sanciones más graves», ahonda la nota oficial.

«Solo es una reflexión de un club modesto que seguirá luchando por erradicar estos actos», subraya. «Pero como no somos profesionales, pasaremos desapercibidos», concluye, en tono realista, el comunicado, firmado por la presidenta del CF Albocàsser (no lo pone, pero es Clara Zamora), que acaba así: «Estop al racismo. Fuerza al fútbol base y regional».