“Celebrar es ganar. La alegría de ganar un trofeo es la misma que la felicidad que da la música. Me encantaría que la final de la Copa del Rey se convirtiera en un festival y un acontecimiento global con artistas nacionales e internacionales. Un evento en el que todo el mundo el mundo quiera estar ahí, como todo el mundo quiere ir a la Super Bowl”. Mario Vaquerizo, además de intérprete del himno de la Copa del Rey junto a Alaska, es un periodista y trabajador de la industria musical y del entretenimiento desde hace ya casi 25 años. Actuará, como lo hiciera el año pasado, en la final de Copa que disputarán este sábado Real Madrid y Club Atlético Osasuna en el estadio de La Cartuja.

Para esta final, Ozuna es el gran ‘fichaje’ y una de las grandes apuestas de la RFEF para ampliar el público y dar a conocer este partido más allá de los amantes del fútbol y de los aficionados de Real Madrid y Osasuna por todo el mundo. Seguramente, también lleguen noticias sobre este evento a los casi 23 millones de seguidores que tiene el artista puertorriqueño en su cuenta de Instagram o los más de 11 millones que tiene en TikTok. Al final, el gran beneficiado es el fútbol español: primeramente los dos clubes finalistas y secundariamente todo el fútbol base del país porque es de estas grandes citas de donde económicamente se logra una inyección de capital que se invierte en potenciar el fútbol femenino, las federaciones territoriales (fútbol modesto), el fútbol de formación, los clubes...

“El objetivo de este show musical antes de la final es el de atraer al mayor público posible y tener la mayor repercusión posible con un efecto global más allá de lo deportivo”, explica José María Mora, Director del Departamento de Operaciones y Eventos de la RFEF, quien señala que esta idea de añadir un evento musical al deportivo (que comenzó en 2019) fue “idea del presidente, Luis Rubiales, que tenía en mente convertir cada evento en un espectáculo más internacional”.

Mentalidad de ingresos globales para una inversión local

Con este tipo de acciones que está emprendiendo la actual Federación se entiende, por ejemplo, el aumento del valor de los derechos audiovisuales de la Copa del Rey en más de un 40% con respecto al ciclo anterior. Una evolución que ya se veía reflejada en algunas cifras de ejercicios anteriores como el del aumento de ingresos hasta 129 millones en los mencionados derechos (entre partidos de Copa, Supercopa y de la Selección), los 83 millones en patrocinios o los 47 millones que ingresa la RFEF por la organización de sus competiciones. Y de ahí que se puedan destinar, por ejemplo, 112 millones de euros al fútbol aficionado y fútbol base (federaciones territoriales) o 41 millones a clubes que participan tanto en Copa del Rey como en Supercopa de España.

“Desde el punto de vista de márketing y de ‘fan engagement’ el generar un espectáculo previo a la propia final supone que muchos aficionados que viajan desde fuera de Sevilla tienen una actividad complementaria con la que sienten muy satisfechos. Los fans lo agradecen y es una manera de que disfruten muchas más horas de lo que es una final de un partido de fútbol. En cuanto a los patrocinadores, estar en una final que contiene más alicientes que el fútbol provoca que pregunten más y deseen anunciarse en la ‘u’ televisiva. Además, el programa de televisión que incluye el previo y el post partido también tiene más contenido y vida no sólo en directo, sino en redes sociales, YouTube y en todo lo que se genera en internet entorno a lo no futbolístico. Todo ello provoca que crezca el atractivo para los patrocinadores y, de hecho, en la RFEF estamos aumentando el número de patrocinadores que tenemos en la Copa del Rey con este tipo de acciones”, explica el Director de Márketing de la Federación, Rubén Rivera.

De David Bisbal en la final de Copa de 2019 a Ana Mena en la final de la Copa de la Reina del próximo 27 de mayo pasando por la presente final de Copa del Rey con el mencionado Ozuna, que es cabeza de cartel de un ‘festival’ en el que le acompañan DJ Brian Cross, Romy Low, Marta Sánchez, Soraya Arnelas y Alaska y Mario, y que tendrá lugar desde las 20:00 horas hasta las 21:15 horas, cuando el aspecto deportivo tome el mando. “Es de una alta complejidad organizativa porque hay que mezclar el show con todas las acciones deportivas a las que no pueden afectar ni lo más mínimo: los minutos de calentamiento, regar el césped de manera óptima, la ceremonia de los himnos así como la intimidad en el vestuario -no se puede ver condicionada por camerinos de artistas o el paso de personal relacionado con el show musical-. Además, a esto hay que añadir el escrupuloso tiempo de montaje y recogida de escenario, la correcta iluminación, un sonido de calidad…”, Mora relata el ajuste milimétrico de cada acción que nada tiene que envidiar al de los eventos más famosos del mundo.

“No pretendo aleccionar a nadie, pero he asistido a muchos festivales y el nivel del montaje que se despliega en la Copa del Rey no tiene nada que envidiar a un montaje de los MTV Awards, por ejemplo. El nivel internacional que había, como experto, era... de ‘nivelón’. La producción, el sonido, los profesionales que rodeaban el evento, la velocidad de trabajo, el respeto hacia el césped… fue todo de talla mundial y este año se va a repetir acompañado de otros artistas”. Con un cuarto de siglo inmerso en la industria musical, Mario Vaquerizo muestra la grandeza de un evento que para el público asistente al estadio es un regalo en directo incluido en su entrada de fútbol. No en vano, la agencia que contrata la Real Federación Española de Fútbol para la producción y montaje del evento es PRG, que es la misma agencia que realiza la Super Bowl. Con lo que Mario, Alaska, Marta Sánchez, Ozuna y compañía -junto a todos los aficionados- gozan de la misma calidad que el famoso show del descanso de la final de la NFL.

La Copa del Rey, un evento para televisiones de 180 países

El cartel de este año, digno de ser uno de los festivales musicales del año en España, se ha trabajado con discreción desde el Gabinete de Presidencia de la RFEF y teniendo siempre en cuenta que este es un partido de fútbol que se retransmite para 180 países de todo el mundo, de ahí que para alcanzar una repercusión global debe tener un carácter internacional.

“Nosotros somos artistas que no somos nada prejuiciosos. Y la RFEF también lo demuestra. Viva el show y viva el espectáculo. Venimos de Kiss, de Motley Crue, de David Bowie… y todo eso se transmite. Ojalá este evento termine en un festival de música el día previo y el mismo día de la final”, concluye Mario, algo que ya es habitual ver en otros espectáculos deportivos globales como la Fórmula 1 (sobre todo cuando la carrera tiene lugar en Estados Unidos).

En el futuro se continuará con “la mejora y ampliación de estas actividades que hemos comprobado que a los aficionados le gustan cada vez más y que dan lugar a un evento global”, subraya Mora. Es un ejemplo más de la evolución de la Federación española de fútbol para obtener recursos que posibiliten regar el fútbol modesto y formativo de España, la base que posteriormente alimenta al fútbol profesional... Una inversión circular que conecta a Ozuna, Mario Vaquerizo o Marta Sánchez con el equipo de tu pueblo.

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