Hoy hace una semana que Llorente regresó públicamente al Valencia (ya saben que nunca se fue). De sus palabras tras la designación dominical, y de la posterior ronda de entrevistas, cabe señalar el criterio y la coherencia. Quiero decir que no ha dicho una cosa en cada sitio, como estábamos acostumbrados. Al mismo tiempo sobresale la defensa de los intereses de la entidad (¡tiembla Florentino!) por encima de todas las cosas. También ha desplegado una actividad de órdago, mucho menos mediática, pero decisiva. Sin embargo, la que mantuvo ayer en Xàtiva (en concreto en la ladera noreste de la montaña del Castell) se antoja una de las más trascendentales en el futuro del club.

Equipazo

El verano será largo en fichajes. La negociación forma parte del espectáculo y ahí el presidente es uno de los más temidos por los palitroqueros, aunque la dificultad es suprema porque debe vender muy bien a jugadores carismáticos para hacer caja y mantener una plantilla competitiva con el objetivo de clasificarse para la Champions.

Pelotazo

El Madrid desembucha 97 millones por Ronaldo, más otros 65 por Kaká. La pregunta es pertinente, ¿de dónde saca Florentino los duros? Todas las respuestas conducen a la venta de las parcelas del Bernabéu, y esa canción nos suena.

Agridulce

Villa tiene difícil volver a vestir la camiseta blanquinegra. Me duele como a todos, pero el fútbol continúa. El Guaje es un ejemplo de comportamiento, y me consta que se irá con pena. Mestalla siempre le estará agradecido, pero el Valencia está por encima de nombres.