Hay muy buenos futbolistas a los que les puede la presión. La del campo lleno, la del entrenador exigente, la del entorno de un equipo grande. Muchos chavales que despuntan en cadetes o juveniles se paralizan cuando les llega la ocasión de dar el salto definitivo y al final sólo les queda deambular por equipos menores. Ese síndrome se ha instalado últimamente en la cantera del Valencia, donde es muy difícil una transición tranquila. Paterna siempre ha sido una escuela de defensas, ahí están los Arias, Tendillo, Giner, Camarasa, Voro como ejemplo, pero ahora David Navarro se ha convertido en la excepción de la zaga actual. Los técnicos de las categorías inferiores trabajan muy bien los aspectos estrictamente futbolísticos, pero es el momento de preparar a los chicos de forma integral, con especial atención a la ceguera que producen determinados focos, porque esperar a otra generación con testosterona alta es muy antiguo y una lotería.

El pulpo Mou

Estaba escrito que Mourinho nos iba a entretener más fuera del campo. Tras el empate en Mallorca, habla de todo y de todos menos de lo suyo, donde por lo visto se debe aplicar mucho más. El experto en la táctica del calamar tiene un gran trabajo por delante, aunque ya veremos si es capaz de igualar los puntos que consiguió Pellegrini. Por cierto, se agradece la atenta lectura que hace de SUPER el técnico luso, de donde me aseguran leyó la polémica sobre el sistema de juego del Valencia, aunque yo de él no sacaría demasiado pecho pues, su jefe se ha llevado por delante en un ´plis plas´ a Capello, Schuster, Ramos y el bueno del chileno. No es más especial que los otros y la paciencia de Florentino es corta.

Oportunidad

Fue el propio Manuel Fernandes el que cosechó los pitos de recibimiento durante su presentación oficial del equipo hace unas semanas en Mestalla. Ya se sabe que se coge antes a un ´engañagradas´ que a un cojo. Desconfío bastante de un cambio de actitud del futbolista portugués, pero mientras esté en la plantilla valencianista debe estar al cien por cien. En caso contrario, que se le aplique el despido procedente.