Mata tiene razón. De nada sirve ahora lamentarse de su ausencia ante el Schalke, pero si el Valencia hubiera ganado nadie le hubiera tirado en falta. Sin embargo, su caso sirve de ejemplo para reclamar, una vez más, que jueguen los más comprometidos. El ´10´ se sentó en el palco por prudencia médica, que tal como está la temporada cualquiera es poca. Aunque el asturiano al ochenta por ciento es más valioso para el equipo que otros al cien por cien. Eso lo sabe muy bien Emery, que mantiene su opinión, respetable, de dar bola a todo quisqui.

Resolución

Y la verdad es que no le va mal, ahí están los números, pero ante partidos trascendentales, y el del martes lo era, hay que ser un poco más decidido, como por ejemplo demostró mi admirado Wenger el miércoles. El Arsenal fue valiente y buscó el cuerpo a cuerpo con el Barcelona de inicio a fin. Cesc, Van Persie y Nasri son lo mejor del mundo, pero además están muy bien dirigidos por el francés, que confirmó una vez más su solvencia cuando puso las pilas a la descarada promesa del fútbol inglés, Jack Wilshere, que empezó como centrocampista y en la segunda parte se convirtió en un volante ofensivo. Sin duda que el jugador confirmó todo lo bueno, pero Wenger se apuntó un gran tanto ante el cambio maestro tras el descanso.

Espejo

El Arsenal, al que llevo viendo muchos años, también es la ONU. Con la única diferencia de que todo el ejército de afrancesados están bien dirigidos, saben su rol y el que no cumple sale del equipo a la mínima. ¡Cómo me gustaría que el Valencia ajustara ese modelo!

Lobo

Hay tantas oenegés que las esperanzas se quedan por el camino. El fútbol es todo lo contrario a una ONG, pero su repercusión sirve para alguna que otra causa noble. Carlos Martínez Diarte fue un delantero paraguayo del Valencia que ahora lucha contra el cáncer igual que antes contra las defensas rivales.